Un experto analizó en Tenerife los desórdenes sensoriales de los niños

Lopiccolo está considerado uno de los mejores expertos en conducta infantil del mundo

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Uno de los mayores expertos del mundo en el Desorden de Procesamiento Sensorial (DPS), el norteamericano Alexander Lopiccolo, ofreció, un curso sobre la conducta de menores en la actualidad, en el centro de Terapia Ocupacional Sensory 7 de Santa Úrsula.

El también conocido popularmente como ‘El Rey de Los Columpios’ centró su exposición, ante especialistas llegados desde Dubai, Europa y España, terapias que ayudan a los menores a superar obstáculos como el trastorno del espectro autista, aspergers, trastornos de procesamiento sensorial, problemas motrices, aprendizaje, la escasa coordinación, el retraso en el procedimiento del habla, el lenguaje o comprensión auditiva, o la baja autoestima.

Según explica Belén Jiménez Sánchez, especialista en terapia ocupacional y una de las impulsoras de la cita, “en la actualidad el desorden de procesamiento es poco conocida en el mundo de la pediatría y educación en España. Existen muchos niños que padecen este tipo de desordenes, pero se les atribuyen problemas de conducta, cuando en realidad su problema tiene una base sensorial compleja. La integración sensorial es el proceso neurológico por el que nuestro cerebro debe organizar las sensaciones que recibe nuestro cuerpo, dando sentido a todo lo que nos rodea, y nos hace ser capaces de realizar acciones tan simples como coger un lápiz, subir una escalera, sentarnos bien al comer, no poder estar quietos, tener problemas de coordinación, aprendizaje o incluso de autoestima”.

En opinión de Jiménez Sánchez, para algunos niños desgraciadamente cada vez más en la sociedad actual, la integración sensorial no se desarrolla a lo largo de su infancia de manera progresiva y eficientemente.

“Esto se debe al aumento de sedentarismo, la exposición excesiva a estímulos desde nacidos, la reducción de idear su propio juego por acceso a juegos dirigidos y la sobreprotección de los familiares que evitan que experimenten estímulos, evitando de esta manera que integren las sensaciones por miedo a que se hagan daño, como por ejemplo cuando le decimos a los menores que no se suban en la silla o por las escaleras, por miedo a que se caigan, etc. Los niños que no logran integrar de manera eficiente sus sentidos pueden padecer un Desorden de Procesamiento Sensorial, que cambia la manera en la que una persona, en este caso un niño, responde a cambios en su propio cuerpo, su ambiente y cómo interactúa con este y otras personas a su alrededor, que pueden malinterpretarse como signos de gamberrismo, despreocupación, mala educación”.

Y es que las dificultades de la integración sensorial pueden influenciar en la autorregulación,  lo que muchas veces se confunde como rabietas o problemas conductuales, con el movimiento, el aprendizaje, problemas con el sueño, la alimentación, el lenguaje, el autocontrol, la atención, la habilidad de aprender nuevas acciones, entre muchas otras cosas. 

En la actualidad estos desórdenes se solucionan a través la terapia de la integración sensorial realizado por graduados en terapia ocupacional especializados en este enfoque. Suelen dar respuesta a familias que llevan tocando muchas veces en puertas de profesionales sin ninguna solución. 

Sensory 7 es uno de los pocos centros especializados en el archipiélago, abriendo sus puertas en junio 2017, debido a la demanda existente de este tipo de tratamientos y especialistas. Actualmente, y dentro de su ámbito de actuación, atiende a menores desde Güímar hasta Buenavista del Norte.

“El curso que ofreció Lopiccolo en Santa Úrsula, fue una oportunidad única para los especialistas para mejorar, depurar técnicas y tratamientos, y prueba de ello es la cantidad de especialistas llegados de España y países como Dubai”, asegura Belén Jiménez.