Los chivatazos a los investigados por corrupción impiden a los guardias civiles llevar ante la Justicia a los corruptos

La UCO ha hecho, hace y hará su trabajo para castigar la corrupción

EDDC.NET / Madrid

El malestar generado entre los miembros de la Guardia Civil por todos los chivatazos que se han dado entorno a la operación ‘Lezo’ va en aumento.

Primero fue el soplo que alertó al político madrileño, Ignacio González, del pinchazo de su teléfono, después vino el aviso de su posible detención. Lo penúltimo, una reunión del hermano del político madrileño, Pablo González, con el segundo del ministerio del Interior, el secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto. Y hoy nos hemos enterado de que también al señor González le han llegado mensajes de ánimo, en este caso del ministro de justicia, Rafael Catalá, quién el pasado 3 de noviembre, en plena investigación, enviaba al ex presidente autonómico “Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos”.

La Guardia Civil y los trabajadores de esta Institución están al servicio de la sociedad, del Estado y de la Democracia. Con escasez de medios humanos y materiales tienen que desenredar las madejas corruptas de los más de 120 casos que hay de corrupción y que afectan a casi todo el arco político. Pero las continuas filtraciones que se producen sobre sus pasos ponen en riesgo las investigaciones que llevan a cabo.

Los guardias civiles a estas alturas y conociendo como hemos tenido que llevar a cabo nuestro trabajo, no esperamos colaboración de nadie, pero al menos desde AEGC si solicitamos respeto para nuestros compañeros. Y sobre todo, respeto por parte de aquellos ante los que tenemos que responder porque son nuestros superiores civiles.

Nosotros no estamos al servicio de ningún partido político, puede que alguno o algunos, en algún momento así lo hayan creído, pero los integrantes de este cuerpo solo sirven al Estado, a la Democracia y a los ciudadanos. Por eso desde AEGC exigimos consideración hacia el trabajo que realizamos y que se persiga a aquellos que, aprovechándose de sus puestos de confianza, se dedican a torpedear las investigaciones contra los casos de corrupción que tanto abundan en nuestro país.