El gobierno maneja el 24 de abril o el 22 de mayo como fechas probables para las próximas elecciones

Es al Rey a quien corresponde convocar nuevas elecciones

EDDC.NET / Madrid

Fuentes del gobierno que están al tanto de las conversaciones todavía informales que Felipe VI ha mantenido después del 20-D con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, informan que ya se barajan el 24 de abril y el 22 de mayo como las fechas más probables para la celebración de nuevas elecciones, dependiendo de si el Rey agota o no el plazo de dos meses que le da la Constitución para proponer candidatos a la investidura si no ve posibilidades de que éstos superen con éxito las votaciones previstas para ello en el Congreso, según ha publicado Vozpop.

En el gobierno se admite que en estos momentos las posibilidades de que prospere la investidura de Mariano Rajoy son mínimas, aunque el proceso está condicionado por los cambios que pueden llegar a producirse dentro del PSOE. En todo caso, la mayoría de los ministros en funciones están convencidos que será difícil evitar nuevas elecciones, salvo que los socialistas, en el último minuto y bajo un liderazgo diferente al de Pedro Sánchez, cambien de opinión.

En Zarzuela, donde también se tendrán contactos informales, no públicos, con Susana Díaz, se barajan ya varios escenarios a partir de la información que están transmitiendo al Rey tanto el presidente del gobierno como el líder de la oposición.

El primero descansa en la posibilidad de retrasar la primera sesión de investidura hasta que se despeje la crisis en el PSOE y se conozca si hay cambio o no de liderazgo. A Felipe VI no le ata plazo alguno para la convocatoria de la primera votación en el Congreso, por lo que no tendría problema en llevarla, incluso, a la primavera, aunque la lógica, aseguran fuentes de La Moncloa, lleva a pensar que desde Zarzuela se evitará estirar los tiempos, ya que la incertidumbre no es buena para nadie.

Primera investidura a comienzos de febrero

El segundo escenario, el más probable a juicio del gobierno, es que el Rey fije la primera sesión de investidura  para  principios de febrero. Si para entonces, como es previsible, siguiera todavía Pedro Sánchez al frente del PSOE, Mariano Rajoy no conseguiría su objetivo en ninguna de las dos votaciones. A partir de la primera es cuando empezaría a correr el plazo de 60 días para elegir a un presidente, a partir del cual tendrían que convocarse obligatoriamente nuevas elecciones.

Si el Rey, aseguran en el gobierno, observara que algún candidato, bien del PSOE, bien nuevamente Rajoy, tuviera espacio para superar otra sesión de investidura, agotaría los tiempos. De lo contrario, intentaría reducirlos al máximo para acortar el vacío político.

Si en el primer caso la investidura fracasara, la convocatoria electoral llegaría a principios de abril para fijar los comicios el 22 de mayo. En el segundo supuesto, Felipe VI convocaría los comicios a primeros de marzo para que pudieran celebrarse las legislativas el 24 de abril, reduciendo un mes la zozobra política.

Se trata de un calendario que puede cambiar dependiendo de lo que suceda al frente del partido socialista, pues es la formación que tiene la llave para que vuelvan o no a celebrarse nuevas elecciones generales. Lo que de momento se tiene claro tanto en el gobierno como en los dos principales partidos es que el Rey no prolongará de forma innecesaria la inestabilidad si no ve posibilidades de encontrar un encaje a los diabólicos resultados del 20-D.