Los Pujol invirtieron desde Andorra en dos torres en Panamá

Oleguer usó fondos del Andbank para proyectar las torres Balboa y Quartz

EDDC.NET / Madrid

Oleguer Pujol utilizó la fortuna oculta por su familia en Andorra para financiar sus multimillonarias operaciones inmobiliarias. La Fiscalía Anticorrupción, la Policía y el juez Santiago Pedraz han conseguido documentar por vez primera cómo el hijo pequeño del clan catalán empleó fondos que mantenía escondidos en el Principado para sufragar su participación en algunos de sus principales proyectos que gestionaba. Entre otros, el de levantar dos rascacielos en Panamá, la Torre Quartz y el edificio Balboa Blue Spa, valorados inicialmente en 92 millones de euros, según publica Esteban Urreiztieta y Daniel Montero en El Español.com.

Los investigadores han descubierto una cuenta controlada por Oleguer Pujol en el Andbank registrada como AN 81670 y cuyos fondos presumen los investigadores que proceden de la corrupción política. Fue abierta el 20 de noviembre de 1992, siempre ha estado a nombre del hijo más joven del ex presidente autonómico catalán.

Oleguer Pujol ha realizado transferencias durante los últimos años desde este depósito bancario a su sociedad pantalla Itaca Investment, radicada en el paraíso fiscal de Guernsey y gestionada por el mismo testaferro que maneja el Fondo Hispano Saudí promovido por el Rey Juan Carlos y Corinna zu Sayn-Wittgenstein: el despacho de fiduciarios Corey Olsen.

Transferencia desde Andorra a la promotora panameña.

A través de su plataforma Itaca Investment, en la que figura como beneficiaria su madre, Marta Ferrusola, Oleguer Pujol ha instrumentado su participación en grandes inversiones inmobiliarias en España. Entre otras, en la compra de las sucursales del Santander o las de Bankia. Contaminando con su aportación de fondos de origen desconocido la realizada por muchos de sus socios con dinero legal.

Asimismo, desde la referida cuenta andorrana han salido fondos en dirección a la sociedad Isla Quesito Real State, a través de la que promovió los rascacielos en Panamá. El primero, proyectado bajo el nombre de Balboa Blue Spa. Una torre de 67 plantas valorada en 42 millones de euros que finalmente no llegó a terminarse al quebrar la promotora por disputas entre los socios y acusaciones de desfalco entre ellos. La segunda, que corrió la misma suerte al ser víctima de la misma disputa, fue bautizada como Torre Quartz y fue presupuestada en 50 millones de euros.

Pese a que el juzgado de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional lleva más de un año investigando a Oleguer Pujol por delito fiscal y blanqueo de capitales por sus millonarias inversiones no se había podido determinar hasta ahora, aunque sea parcialmente, la procedencia supuestamente ilícita de las inyecciones de fondos del hijo del histórico líder nacionalista.

El manuscrito de Oleguer

La pista que ha llevado a los fiscales y a la Policía a descubrir esta nueva cuenta bancaria y a conectar Andorra con sus grandes proyectos fue un documento intervenido en los registros judiciales llevados a cabo en el domicilio barcelonés de Oleguer. Se trata de una hoja de contabilidad en la que quedan reflejadas las entradas de dinero en su sociedad de Guernsey.

Junto a una de estas operaciones, concretamente la que data del 13 de diciembre de 2006 por importe de 74.195 euros, el hijo pequeño de Jordi Pujol i Soley anotó tres letras aludiendo a la procedencia del dinero: ‘AND’.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) apuntó hace meses en uno de sus informes que esas tres letras tenían todos los visos de hacer referencia a Andorra y pidieron al juez Santiago Pedraz que lo investigara porque indicaría que la familia había invertido una parte de su dinero oculto en el Principado en los proyectos inmobiliarios de Oleguer.

Bien, pues el examen de la contabilidad de los fondos de inversión ha deparado la aparición de esta nueva cuenta, que lleva a los investigadores a sopesar la necesidad de acumular la investigación de Oleguer Pujol a la del resto de sus hermanos en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. El objetivo, rastrear las operaciones de la familia Pujol de manera conjunta tras considerar al clan como una banda criminal organizada.