Los rivales de Pedro Sánchez asumen que ya no tienen tiempo para impedirle ser candidato en unas elecciones anticipadas

Un nuevo secretario general solo tendría mes y medio para ir hacia La Moncloa

EDDC.NET / Madrid

A Pedro Sánchez empiezan a salirle las cuentas. No para formar Gobierno, pero sí para impedir que los principales barones del PSOE le muevan la silla en los próximos meses. Sus propios rivales reconocen ahora que la táctica de Ferraz de retrasar, sine die, el congreso nacional del partido dejará a Susana Díaz sin tiempo para preparar su candidatura a unas próximas elecciones generales

Según revelan  altos cargos del PSOE, los dirigentes autonómicos que exigieron el pasado lunes a Pedro Sánchez que convocara el congreso en marzo, sin retrasarlo, han empezado a asumir en las últimas 48 horas que el calendario juega a favor del secretario general y que va a ser muy difícil evitar que, ante unas próximas elecciones generales, repita como candidato.

La resistencia de Ferraz a celebrar en enero un nuevo Comité Federal, en el que se ponga fecha al congreso, será decisivo para que la actual ejecutiva logre posponerlo a abril o mayo. Eso “hace imposible”, en opinión de estos barones regionales, realizar cambios profundos en la dirección del partido antes de que se produzca un previsible adelanto electoral. 

“Nadie puede convertirse en candidato en mes y medio”

El objetivo de Susana Díaz, y de otros líderes autonómicos como Javier Fernández, Emiliano García-Page, Ximo Puig y Fernández Vara, era que el congreso del partido se celebrara, como tarde, en la primera semana de marzo. De esa forma, si hubiera adelanto electoral, el nuevo secretario general dispondría de dos meses  para armar su candidatura a La Moncloa.

Un tiempo que ya, de entrada, parecía escaso para intentar mejorar los resultados cosechados por Pedro Sánchez el 20 de diciembre. No obstante, era un reto que la presidenta de la Junta, estaba dispuesta a asumir.

La actual dirección del partido, sin embargo, ha dejado claro que el congreso no se celebrará antes de abril, por lo que, en el mejor de los casos, el PSOE tendría nuevo líder a poco más de mes y medio de unas nuevas elecciones generales que, si no se logra formar gobierno en el plazo previsto, se celebrarían a mediados de mayo.

Ese escenario, aseguran las fuentes consultadas, “está echando atrás” a todos los rivales de Pedro Sánchez: “Nadie puede convertirse en candidato en tan poco tiempo. Por eso, dirigentes como Vara y Puig han rebajado el tono desde el lunes. Empiezan a ser conscientes que ahora la única opción es que Sánchez intente formar Gobierno, y que, si no lo consigue y hay que celebrar de nuevo elecciones, vuelva él a presentarse con cabeza de lista del PSOE”.

Las dudas de Susana Díaz

La propia Susana Díaz ha empezado también a mostrar, en privado, sus primeras dudas acerca de las posibilidades de convertirse ahora en secretaria general del PSOE, y a continuación en candidata a La Moncloa.

La presidenta de la Junta, que comenzó la semana convencida de que podía dar el salto a Madrid, ya ha dejado caer a su entorno más próximo que, de celebrarse el congreso nacional en abril y elecciones en mayo, “no tendría mucho sentido” abandonar el gobierno autonómico para preparar unos comicios que, salvo milagro, la conducirían directamente a la oposición.

En ese sentido, desde el PSOE andaluz explican que Díaz “mide los tiempos al milímetro para tomar una decisión. Y, si hay algo que no le encaja, prefiere esperar una oportunidad mejor”. Esa postura, añaden, es la que podría adoptar si finalmente Ferraz retrasa el congreso.

80 firmas para agilizar el proceso

La estrategia desarrollada por la ejecutiva del PSOE deja apenas sin margen de maniobra a los barones críticos con Pedro Sánchez. No obstante, todavía podrían forzar la celebración de un Comité Federal en enero, si reúnen 80 firmas entre cargos intermedios del partido para exigir a Ferraz la convocatoria.

Esta ofensiva, no obstante, llega tarde. Según los estatutos del PSOE, para que el congreso se llevase a cabo la primera semana de marzo, la dirección tendría que haberlo convocado ya, o hacerlo in extremis este mismo viernes. Un escenario que nadie contempla ya dentro del partido.

Algunos dirigentes apuestan todavía por recoger firmas, aunque solo sea para presionar a Ferraz, pero los principales barones no acaban de ese paso porque iniciaría una guerra interna que, tal y como están las cosas, podría conducir al partido a un callejón sin salida.