Los barones atan en corto a Sánchez sobre pactos y preparan la batalla del liderazgo

Supeditan el inicio del diálogo con Podemos a que retire el referéndum

EDDC.NET / Madrid

La crisis interna del PSOE aún no ha concluido. Los barones autorizan a Pedro Sánchez para que inicie la negociación de un futuro gobierno con Podemos siempre que Pablo Iglesias retire la celebración de un referéndum en Cataluña. Sólo con esa condición se podrá abrir la puerta al diálogo. Esa fue la conclusión principal de la tensa reunión que el secretario general celebró en la noche de ayer domingo en Ferraz con todos los líderes territoriales, capitaneados por Susana Díaz, según publica El Confidencial.com.

A la salida, del brazo de Javier Fernández, presidente de Asturias -una estampa que hablaba por sí misma-, la baronesa andaluza respondía así a la pregunta de si sale reforzado Pedro Sánchez tras este encuentro: “siempre, siempre, siempre, el secretario general siempre”.

Desde Ferraz muchos leen un intento fallido de retirar a Sánchez y una derrota de la líder andaluza. Los andaluces, por su parte, insisten en que no esto no era “un cuerpo a cuerpo” de los dos dirigentes y que Díaz ejercía como portavoz de la mayoría del partido. En el Comité Federal de hoy lunes habrá una resolución única que dé manos libres al líder del PSOE para formar gobierno con Podemos “siempre que esas fuerzas políticas no lleven en sus planteamiento el referéndum de autodeterminación de los pueblos de España”, como señaló el líder de los socialistas asturianos. Al lado, Susana Díaz asentía.

Del futuro congreso federal “no se ha hablado”. “Hoy estábamos en la política de pactos”, aseguró la presidenta de Andalucía. La intención es poner el foco en Pablo Iglesias y dar un balón de oxígeno al líder del PSOE. Pero esa respiración asistida es temporal, puede que incluso de horas. Porque no se habló en profundidad del asunto, cierto, pero sí salió durante el cónclave. Y, como indicaron fuentes de la reunión, es muy probable que aflore en la cita del Comité Federal, porque los principales barones quieren el congreso cuando toca, entre febrero y marzo, y no retrasarlo hasta más entrada la primavera. En caso de no emerger en el comité, estallará en los próximos días ese debate. 

Por añadidura, la foto de la alianza de Fernández con Díaz era la mayor prueba gráfica: el pacto interno entre el norte y el sur, entre la poderosa baronesa y el jefe autonómico que siempre era más prudente y apuntalaba a Sánchez en los momentos de mayores turbulencias, y que todos en el PSOE consideran como la autoridad moral del partido. Ahora ambos están en el mismo barco. Contra Sánchez... cuando llegue la hora. 

Así que por mucha escenificación de cierre de filas que hicieran, las espadas siguen muy en alto. La reunión del secretario general con los barones del PSOE no fue nada fácil. Cuatro horas de máxima tensión. Ni el secretario general daba marcha atrás en sus posiciones ni sus críticos, los principales barones capitaneados por la andaluza Susana Díaz, parecían dispuestos a ceder.

El enrocamiento presidió las primeras horas del encuentro en Ferraz. Lo único claro de entrada fue el rechazo a apoyar al PP o abstenerse para dar paso a un gobierno de Mariano Rajoy. Eso sí, todos coincidían en que lo mejor era encontrar una resolución de consenso que permita cerrar, aunque sea en falso, la crisis interna en el Comité Federal convocado este lunes, y el acuerdo llegó en el último minuto.

El extremeño Guillermo Fernández Vara fue el primero en abandonar el encuentro confiando en una solución de consenso. Los barones recriminaron a Sánchez que en la primera reunión de la ejecutiva federal tras el 20-D pusiera el foco en su futuro como secretario general del PSOE y eludiera hacer autocrítica de unos resultados electorales que consideran “catastróficos”.

Este es el quid de la cuestión. A la salida Susana Díaz dejó claro que habrá “autocrítica” en la cita de este lunes. Y así consta, de hecho, en la resolución final. 

Pedro Sánchez gana el primer asalto

La reunión arrancó cerca de las siete de la tarde. Los principales barones del partido, liderados por Díaz, llevaban una posición consensuada contraria a la de Ferraz: no total a Podemos si no se apeaba de su condición del referéndum, análisis en profundidad y autocrítica por los malos resultados del 20-D y abordar un congreso en marzo que decida sobre el liderazgo del partido.

Latía el temor a unas elecciones anticipadas donde muchos creen que Sánchez no debería volver a ser el cartel electoral. La ejecutiva federal discrepa de ese análisis. Cree que los resultados fueron aceptables y se niegan a abrir el debate sobre el liderazgo del partido. Pedro Sánchez no piensa renunciar a la secretaría general y ha venido reiterando que llegará hasta el final presentándose a unas posibles primarias internas.

Durante la reunión, el frente de barones críticos reprochó a Sánchez que sacara él mismo el debate del congreso el lunes pasado, unas horas después de abiertas las urnas. Pero no se profundizó en ese punto. Fuentes cercanas al secretario general interpretaron al término de la cumbre que no se dieron más pasos porque los líderes cercanos a Díaz “vieron que no tenían apoyo para sacar adelante ese punto y lo retiraron, intentaron forzaron y lo perdieron, así que ya lo tienen peor”. O sea, que Sánchez ganó.

Pero esa ‘victoria’ que se anota Ferraz puede ser temporal, ya que asistentes a la reunión indicaron que la bronca dentro de la sede socialista fue “gordísima” y que el “enorme cabreo” que se percibía hace presumir que este lunes el asunto aflorará con bastante probabilidad. “Si es verdad que tiene números para sacar el aplazamiento del congreso a la primavera, que lo plasme en una resolución, a ver si la gana”, retaba un importante secretario territorial. 

Si este lunes se esquiva este foco, podría volver a tratarse en una próxima reunión del Comité Federal, donde ya se discutiese, a tumba abierta, sobre la fecha del congreso y se le pusiera fecha. Por eso el tanto que se anotó este domingo Sánchez puede durarle poco, aunque en su entorno insistían en que no tiene miedo a un cónclave, porque cuenta con “el apoyo de la militancia”, pero que su idea de trasladarlo a la primavera es porque ahora no conviene, ya que la prioridad es asegurar la gobernabilidad del país.  

Este último asunto centró, de hecho, la reunión de este domingo en Ferraz. Las negociaciones sobre el gobierno de España. Frente a la aspiración de Sánchez de abrir diálogo con Podemos y presentar una alternativa “de cambio” al gobierno del PP de Mariano Rajoy, estaba el ‘no’ rotundo de la secretaria general del PSOE andaluz y de sus aliados. Susana Díaz ha exigido en público que el PSOE se quede en la oposición.

El texto final, consensuado por todos, señala que “la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí dividida. Son innegociables para el PSOE y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas”. Es decir, que Sánchez no se podrá sentar a negociar nada con Podemos si este no renuncia previamente a la consulta en Cataluña. Esa redacción fue considerada una victoria por los barones, porque consideraban que habían tumbado la “propuesta 'light'“ que habían planteado el líder, que era mucho más imprecisa.

Sin embargo, en el equipo de este se señalaba que la dirección federal había mantenido la misma posición desde el mismo 21-D, ya que desde el primer momento aseguró que la unidad de España era una cuestión “indiscutible“. En consecuencia, el jefe de los socialistas no había “cedido” ni existía una “discrepancia de fondo con los barones”, sino una “lucha absurda por el poder”. “Tras las autonómicas y municipales del 24 de mayo, lo único que se dijo desde aquí -recordaban en Ferraz- es que no había que pactar con PP ni con Bildu. Pero se les dejó hacer. ¿Por qué no hacen ellos lo mismo?”. 

Síntomas de que Iglesias ha reculado

De modo que el referéndum es línea roja con Podemos. “Es la que nos impusieron a nosotros al día siguiente de las elecciones. Pues la nuestra, es la inversa. Ellos retiran esa posición y nosotros hablamos de otras cosas, que es lo que interesa a los ciudadanos”, explicó a la salida Javier Fernández. 

En el equipo de Sánchez creen, además, que Pablo Iglesias dará marcha atrás en el referéndum, porque ya no lo considera “irrenunciable” y ni siquiera Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y principal fuerza de En Comú Podem -la alianza catalana de la que forma parte el partido morado-, “ha salido estos días a reclamarlo”. Así que en Ferraz ven posible un Gobierno de izquierdas con la abstención de los nacionalistas y de ERC. Esta versión es absolutamente rechazada por los barones con más peso del partido.

“No van a retirar el referéndum, no va a haber diálogo ni gobierno de Sánchez”, seguían asegurando fuentes del PSOE andaluz. Además, fuentes de la reunión indicaron que “se dejó bien claro a Pedro que no se le permitiría caer en la trampa de aceptar los votos (o las abstenciones) de ERC o de otras fuerzas separatistas y mirar para otro lado”. Esa precisión no se refleja en el texto final. “Pero si no se hizo fue para no humillarlo”. En Ferraz, de nuevo, la versión es divergente: “¿Cómo vas a decir a una fuerza que no se abstenga y no te facilite la investidura? Eso es absurdo”. 

En este punto sí que existían ciertas matizaciones a la postura firme de Susana Díaz de no abrir ninguna puerta al diálogo con Podemos, según las fuentes consultadas por este periódico. Ella es la única en el PSOE que gobierna gracias al apoyo de Ciudadanos y que no ha cerrado ningún acuerdo con el partido de Pablo Iglesias. Pero el resto de barones no está en la misma situación. En la Comunidad Valenciana, Ximo Puig gobierna con Compromís y con el apoyo externo de Iglesias. En Extremadura, Guillermo Fernández Vara llegó a la presidencia gracias a Podemos, como Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha.

Estos presidentes no quieren ni poner en peligro sus gobiernos ni caer en contradicciones insalvables en su discurso frente a Pedro Sánchez. Sin embargo sí que hay coincidencia de fondo sobre el rechazo a formar un gobierno en España con Podemos. Las experiencias fallidas en las comunidades extremeñas y asturiana, que están en estos momentos sin presupuestos, o el análisis tras la campaña electoral, que dejó en evidencia que Podemos quiere “eliminar” al PSOE y ocupar su espacio político, llevan a estos barones a recelar de la negociación con Pablo Iglesias.

La mañana del domingo fue agitada para los socialistas. El cruce de llamadas y el intercambio de opiniones de los máximos responsables del partido anunciaron que la reunión prevista entre Sánchez y los barones para engrasar relaciones y evitar una guerra civil iba a ser dura. El gesto más claro fue el cambio de planes urgente de Ximo Puig, que había anunciado que no asistiría por tener asuntos ineludibles en su agenda institucional. El presidente valenciano recibió una llamada de Susana Díaz anunciándole que las espadas estaban en alto y la cita en Madrid iba a ser complicada de lo previsto.

Finalmente Puig viajó en coche de Castellón a Ferraz para asistir al encuentro. No faltó ninguno de los líderes territoriales. Eso sí, con Díaz se alinean todos los presidentes autonómicos, a excepción de la balear Francina Armengol. 

La contienda interna, por tanto, está aún al rojo vivo. Sólo se ha decretado una pequeña y mínima tregua que puede estallar en cualquier momento. Pero este domingo tocaba otra cosa.

“Era un día de tomar la iniciativa, de claridad en el mensaje y también de cohesión y unidad”, decía Ximo Puig. “Si no van bien estas semanas de negociación institucional y política, no creo que el PSOE pueda hacer un buen congreso sobre la base de que le vaya mal al país. Vamos a intentar ponernos de acuerdo, arreglar esto y si no se arregla, evidentemente el PSOE tiene que afrontar sus procesos internos, pero eso es un segundo paso”, apuntaló García-Page. Segundo paso que sigue estando ahí, claro está. Y Sánchez no se va a dar por rendido, como reiteraban en su equipo. “Él está muy seguro de sí mismo, y su liderazgo es muy fuerte. Quien piense que se va a dejar vencer es que no le conocen”.