Coronavirus: la estrategia que España debería copiar es la de Taiwán, no la de China

España debería no empecinarse en emular el desastre del gigante asiático

EDDC.NET / Madrid

España es uno de los países del mundo más castigado por la pandemia de Coronavirus. Está pagando un alto coste en vidas humanas, y se prevé una fuerte crisis económica por el efecto sobre el tejido productivo de las medidas de contención del virus. Sin embargo, mientras España se esfuerza por seguir la contención al más puro estilo chino, hay países mucho más cercanos al foco de la epidemia originada en Wuhan, y que sin embargo están resistiendo mucho mejor la arremetida del virus. Y ello tanto en número de contagiados como de fallecidos. Además, estos países han sometido a sus economías a una presión mucho menor. ¿Qué podemos aprender de ellos?

Las diferencias que se pueden encontrar en las estrategias frente a la pandemia por parte de la República Popular China y de España por un lado, con Taiwán y Corea del Sur por otro, son innumerables, pero merece la pena destacar algunos puntos.

Reaccionar antes de tener el problema en casa

Como buen régimen totalitario, China trató de ocultar y negar la magnitud del problema hasta que le fue completamente imposible continuar haciéndolo. Entonces ya era demasiado tarde. En España, muy lejos del epicentro de la epidemia y con tiempo para actuar con previsión, se actuó de forma reactiva, cuando el problema ya estaba en marcha y las cifras eran extraordinariamente preocupantes.

Sin embargo, en Taiwán, país que tiene un intenso tráfico aéreo con China, actuó desde un primer momento suspendiendo vuelos, y estableciendo controles sanitarios fronterizos y cuarentenas para los viajeros provenientes de zonas de riesgo. Corea del Sur reaccionó algo más tarde, pero puso enseguida en marcha medidas de este tipo.

Dos puntos clave: tests masivos y protección física

España ha llegado tarde a la reacción previa: ¿qué puede hacer ahora? Tanto en Taiwán como en Corea del Sur las estrategias de contención se han basado en dos puntos clave: realización masiva de tests a la población en general, incluidas personas sin síntomas, y uso de medios de protección física como mascarillas, guantes, etc. para toda la población, y especialmente para el personal implicado en la lucha contra la pandemia, como los equipos sanitarios. Son destacables en este sentido los puntos de diagnóstico rápido donde se puede realizar el test sin salir del coche. Gracias a estas medidas, en Taiwán hay a día de hoy sólo 5 fallecidos y en Corea del Sur 162 frente a los más de 8.000 en nuestro país, como se puede ver en la tabla comparativa.

Por el contrario, en España el gobierno desaconseja la realización de tests a personas asintomáticas (a pesar de lo cual se les han hecho de forma inmediata a diversos cargos políticos), y en palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón: “No tiene ningún sentido que los ciudadanos sanos usen mascarilla”. Lo que contrasta con las imágenes de taiwaneses y surcoreanos, donde no se puede ver a nadie sin mascarilla (consejos de ministros incluidos).

Es inevitable llegar a la conclusión de que el Gobierno de España desaconseja la realización de tests y el uso de mascarillas de forma generalizada, simplemente porque no dispone de existencias, como denuncia el Partido Libertario. En lugar de haber favorecido la compra descentralizada de los mismos, el Gobierno de España, actuando de nuevo con la mentalidad del gobierno chino, ha centralizado, incautado y entorpecido los canales normales de comercio, lo que en la práctica ha llevado al desabastecimiento.

Economías intactas

Pero tan destacable como lo que han hecho Taiwán y Corea del Sur es lo que no han hecho. Ninguno de los dos gobiernos ha detenido la marcha del país ni ha puesto sus economías al borde del precipicio. Con excepción de la ciudad coreana de Daegu, donde las prácticas de una comunidad religiosa local propiciaron un contagio masivo, estos países no han decretado cuarentenas obligatorias generalizadas, sino que han limitado dichas cuarentenas a las personas que han dado positivo en los tests. Lógicamente esta medida sólo puede ser eficaz si se realizan los tests de forma masiva, con lo que la cifra oficial de infectados sí se corresponde con la real.

El gobierno español ya ha llegado tarde para establecer medidas de contención tempranas. Pero si en vez de implementar medidas a la taiwanesa, continúa en la senda china de falta de transparencia, su responsabilidad ante esta crisis puede ser mucho mayor de lo que ya es. No es necesario reinventar la rueda, basta con aprender de quienes lo han hecho bien, en lugar de aquellos que han provocado una catastrofe mundial en su empeño por negar la realidad.