Las mentiras de Clavijo sobre el copago farmacéutico hacen que la oposición y sindicatos cuestionen sin fundamento a la nueva titular de Sanidad

No se trata de ayudar a los ancianos más vulnerables, sino de erosionar al ejecutivo

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

El ex presidente del gobierno y actualmente senador del Reino de España, Fernando Clavijo, en un ejercicio de cinismo y de trapacería política, ha lanzado poco después de concluido el ejercicio presupuestario del 2019, una jabalina política de calado, usando de manera torticera, a los pensionistas canarios más vulnerables, para atacar al actual ejecutivo regional a cuenta del copago farmacéutico.

Y no improvisa. En un comunicado afirmaba que “la decisión del gobierno de Ángel Víctor Torres (PSOE) de no mantener la subvención que garantizaba la gratuidad de las medicinas a los pensionistas es “impropia de un ejecutivo que se proclama progresista”. Clavijo defendió que la subvención de la comunidad autónoma que cubría el copago de los medicamentos para los pensionistas fue una de las medidas “más justas, más solidarias y más progresistas que se han aprobado en los últimos años” en las islas. El senador nacionalista sostiene que no mantener esa subvención resulta “doloroso e injusto”, porque “afecta directamente a los más vulnerables, personas mayores de rentas bajas”, y porque se ha hecho “sin aviso previo, generando una alarma y una preocupación innecesaria entre farmacéuticos y afectados”. “Es impropio de un Ejecutivo que se insiste en proclamar progresista un recorte tan brutal y con una incidencia tan directa en la calidad de vida de casi 300.000 canarios”, recalca. Fernando Clavijo asegura que mantener la gratuidad de los medicamentos a los pensionistas en Canarias a través de esa ayuda tenía un coste de 14 millones de euros anuales, “una cifra perfectamente asumible por un gobierno que presume de ser progresista”.

Y se queda tan ancho. Pero consigue atraer la atención de los medios, algunos especialmente insidiosos y todos se lanzan al ataque, asumiendo sus criticas, sin dudarlo y metiendo ruido, como es el caso de algunos sindicatos, de los cuales descubrimos ahora que también se dedican a la política, anunciando los mismos apocalipsis nacionalistas y dibujando a un gobierno y a una consejera de Sanidad, dispuestos a convertir la vida de estos pensionistas en un infierno, al contrario que Papa Clavijo, ahora convertido en salvador de todos ellos.

Cinismo en estado puro. Y mucho de desmemoria. Pero todo vale para cuestionar, atacar, lesionar al gobierno, pero especialmente a la consejería de Sanidad, campo de batalla, donde todos opinan con una ligereza increíble. Pero ante estas campañas cínicas, lo único que vale son los datos, las informaciones precisas, aunque en política esto no se estila en determinados personajes, tanto políticos como sociales, identificados plenamente, pero que no mencionaremos, no por ganas, sino por elegancia, a los que les va más el asesinato, no considerado como una de las bellas artes, sino como puro matonismo.

Y los hechos estaban ahí. El consejero nacionalista de Sanidad, Baltar decía esto en aquellos tiempos: “el consejero de Sanidad del ejecutivo regional, José Manuel Baltar, explica que el departamento que dirige ya tiene el borrador para que sea analizado por los servicios jurídicos y Hacienda, con el fin de enviarlo al Consejo de Gobierno y entre en vigor antes de finalizar este mes de mayo. El gasto previsto es de 14 millones de euros, partida que se consolidará en los próximos ejercicios de tal forma que la factura farmacéutica se incrementará por encima de los 495,8 millones de euros que están contemplados en el presupuesto autonómico de este año”.

Pero sobre todo el propio decreto. Establece lo siguiente: “Disposición final primera.- Continuidad de las subvenciones. Por el Servicio Canario de la Salud se realizará un seguimiento y evaluación de los índices de adherencia a los tratamientos por parte del colectivo destinatario de estas subvenciones, a los efectos de determinar su continuidad en los próximos ejercicios presupuestarios. 

¿Por qué no dijo esto Clavijo?. Está claro que en diciembre de 2019 se acababa la subvención y que en el año 2020 había que tener ese seguimiento y esa evaluación. Uno de esos indicadores se contemplaba en el propio decreto: “a la vista de la facturación mensual realizada por los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, así como de los datos de los beneficiarios de las subvenciones reguladas en las presentes bases, que constan en los sistemas de información del Servicio Canario de la Salud, la dirección general de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud emitirá el correspondiente informe de justificación de las subvenciones por parte de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias. Con posterioridad, a la vista de tal informe, y siempre que el mismo sea favorable, la dirección del Servicio Canario de la Salud dictará resolución por la que se declaren justificadas las correspondientes subvenciones y se disponga el abono de las mismas”. Los datos a disposición, sin problema.

¿No contó Clavijo estos datos? No le interesaba. El decreto lo hizo previamente al proceso electoral y por lo que parece, los pensionistas más vulnerables le empezaron a importar en ese momento. Antes CC se negaba a suprimir el copago cuando llegó la ocasión y durante esa legislatura tampoco hizo nada por ellos. Pero ahora, en enero de 2020, si le interesan, ahora clama al cielo por tanta injusticia, por tanta lesividad. En fin. Duele estar donde se está ahora o no Fernando.

Y jugar con los ciudadanos, usarlos de este modo. Y lo peor es que le siguen el juego. Sin entrar en más detalles. Clavijo sabe que la solución está precisamente en lo que él oculta: la continuidad de esta ayuda o mejor subvención depende de informes, de esos que él siempre tuerce a su favor cuando le interesa, como el caso ‘Grúas’, donde todo lo que le perjudica es insignificante y lo que le beneficia, como es este el caso, se convierte en verdad absoluta. Pero ese es Clavijo, el político, no el que propugnaba Aristóteles, sino el otro o los otros, esos que hacen que la gente o huya de ellos o se lancen a la calle, buscando el cambio. Y de eso se trata, de cambio, de cambio hacia lo mejor, lo óptimo. Un cambio que no soporta ni él, ni Ana Oramas, la cual detesta, odia, niega a ese gobierno que si sale, acabará con el copago farmacéutico, eso que tanto le preocupa, por lo que se ve, a CC. Ustedes mismos.