Ricardo Melchior le paga 2.500 euros de dinero público a una ‘amiga’ todos los meses por estar a su lado en el Puerto de Santa Cruz

El presidente de la autoridad portuaria traspasa ya todos los ‘límites’

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

‘¿Who that’s girl?’ ¿Quién es, a qué dedica el tiempo libre? ¿Sus conocimientos sobre las actividades portuarias son extraordinarios, enciclopédicos? ¿Cómo es posible, cómo lo hace? Nadie, ni siquiera Iker Jiménez ha podido averiguarlo. Pero todo se explica si miramos al actual presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Melchior, cuya biografía es un monumento a la arbitrariedad, el despotismo y el desprecio a las leyes y sobre todo, su despiadada manera de tratar a sus semejantes, a los que considera seres insignificantes, incapaces y sobre todo, inferiores a su poder y su mente privilegiada, siempre ‘über alles’.

Aquí ya no hablamos de situaciones laborales, de juicios, de situaciones de la plantilla de la Autoridad Portuaria. Hablamos de dinero público, de enchufismo, de un echadero, de favorecer a alguien y más mirando el paro y  como está la cosa en la isla. De gastar dinero público, sin ningún control, sin tener en cuenta la ley. Es como si no existiera nada, ni los servicios jurídicos, ni Intervención, ni ningún poder humano que pueda parar tamaño despropósito, para tan gigantesco y chulesco favor a una persona, porque sí, porque me sale de dentro y punto.

Desde el inicio de su mandato paga mensualmente 2.500 € a una persona por unos servicios no definidos. Esta persona ha estado cobrando durante dos años de la Autoridad Portuaria, en total 64.000 euros, a pesar de que la Ley de contratación no permite pagar servicios a un mismo proveedor por valor superior a 18.000 euros al año y en cualquier caso, nunca por periodos de tiempo superiores a un año. Es la manera que tiene la Ley de proteger la competencia y la transparencia en la contratación.

A pesar de lo clara que es la Ley, RM en este caso no obedece a ninguna de las dos restricciones. Por un lado, ordena que le paguen a esta persona 30.000 euros al año, sin que medie un contrato de trabajo y por otro, sus pagos superan claramente el año. Ya va por dos y al parecer, con intenciones de continuar, si nadie lo evita. No hay Ley alguna que RM deba de acatar, por lo que se ve.

R*** R*** es el nombre de la persona que desempeña ya, durante dos años consecutivos unos servicios no definidos, pero de confianza, al Presidente. A esta persona, por otra parte, no se le conoce cualificación alguna, ni funciones definidas en la Autoridad Portuaria. Lo que sabemos es que se deja ver en actos públicos muy cerca del Presidente y que presenta una factura por 2.500 € cada fin de mes.

¿No tiene la Autoridad Portuaria unos Servicios Jurídicos que controlen la legalidad de las contrataciones públicas? ¿Por qué ocurren entonces estas cosas? Por qué lo permiten? Preguntas que no tienen respuesta. Cada mes sigue ahí esa chica, ese servicio tan caro que se permite quien ya no merece estar ahí de Presidente. Esto es una burla, un desprecio a todos los ciudadanos. Cada día que siga ahí, cada día la mancha sobre el Puerto de Santa Cruz se hace más profunda, más imborrable. ¿A qué espera el Estado? ¿Qué hace la abogada del Estado que se sienta en el consejo de administración? ¿Es amiga de Melchior, le protege? Algo debe pasar para que el ‘Abuelo de Tenerife’ haga esta inmoralidad y siga tan campante.

Lo cierto es que dentro de unos días la ‘piba’ presentará la factura de 2.500 euros y lo peor de todo es que se la pagarán.