El vicepresidente del gobierno se ‘escuda’ en el Parlamento para no ir a declarar al juzgado por la RTVC

No compareció a petición del PSC-PSOE y sí a una pregunta de su propio partido

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

¿Qué fue primero el huevo o la gallina? No hay respuesta que valga la pena, según todos los expertos consultados. Pablo Rodríguez, vicepresidente del gobierno y consejero de Obras Públicas del gobierno está de los nervios, desquiciado ante el hecho que su bella presencia y su alma impoluta se vean afectadas ante su señoría y en un juzgado por la causa penal relacionada con el ex director general de la RTVC, Willy García.

Pablo Rodríguez al que le da pánico como a Manuel Domínguez que le mencionen juzgados, asuntos turbios, corrupciones varias. Por eso se agarró a un clavo ardiendo al Parlamento que el mismo día en el que tenía que ir como testigo, afirmó que no podía ir porque tenía una comparecencia y no podía dejar de responderla, ya que en este caso la soberanía popular se vería menoscabada sin su galana palabrería.

9 de mayo. Avisado con antelación por la Policía Judicial para declarar en el juzgado y diera cuenta como testigo por Rubén Fontes y las contrataciones en el Ayuntamiento de Telde por la concejalía que él regentada. Pero el miedo le pudo y se buscó la mejor excusa, esa que por cortesía institucional nadie va a rechazar.

Pleno del Parlamento. Tiene que intervenir. Le viene del quince. Mismo día, 9 de mayo. La primera sesión del pleno. La comparecencia que le ha pedido el PSC-PSOE no la hace él, sino Cristina Valido. Solamente tiene que responder a una pregunta que le hace su mismo partido, CC, sobre el transporte en El Hierro.

Solamente un dato curioso. Las preguntas que le hacen sus propios diputados se pueden aplazar si se quiere. No se hizo en este caso. Se dejó a pesar de la obligación de ir al juzgado, el resto de los mortales tienen que buscarse causas mayores, menos poderosas que las parlamentarias, pero causas al fin y al cabo.

Lo cierto es que el juzgado recibió días antes el papel liberador del Parlamento y el vicepresidente no fue al juzgado. Y vemos que podía haber cumplido, pero no quiso, no quería ir. Habrá que pedirle al juzgado que mire el calendario del Parlamento y busque un día en que no haya nada de nada. Y así lo podrán enganchar.