El Ayuntamiento busca la fórmula para desbloquear el proyecto de rehabilitación de la Casa Anchieta

Luis Yeray Gutiérrez y Yaiza López Landi visitan el inmueble

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

El Ayuntamiento de La Laguna estudia la fórmula para desbloquear el proyecto de rehabilitación de la Casa Anchieta, uno de los principales edificios históricos del municipio, actualmente en estado de abandono. El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y la concejala de Cultura, Yaiza López Landi, visitaron esta semana el inmueble de la plaza del Adelantado, en compañía del cronista oficial de la ciudad, Eliseo Izquierdo, con el fin de comprobar las condiciones en que se encuentra la edificación.

Tanto el alcalde como la concejala subrayan “la importancia de la Casa Anchieta, un espacio histórico de gran valor cultural y patrimonial que debemos recuperar cuanto antes para la ciudad. Para ello vamos a trabajar en la búsqueda de soluciones que permitan desbloquear el proyecto de rehabilitación lo antes posible”.

Las reformas más recientes llevadas a cabo en la edificación se produjeron entre los años 2004 y 2005. Posteriormente, se ejecutaron nuevas obras para adaptarlo, de forma provisional, como sede del Obispado de Tenerife a raíz del incendio que sufrió su sede original en el Palacio Salazar a finales de enero de 2006. Desde 2007 la Casa Anchieta ha estado sin uso.

Yaiza López Landi recuerda que “a finales de 2016 se anunciaron unos proyectos de rehabilitación y museísticos por valor de más de un millón de euros que nunca llegaron a ejecutarse”. En la actualidad, informa la concejala, “es imprescindible acometer previamente unas obras de acondicionamiento de la cubierta tras la fachada principal”. Esta fue apuntalada en mayo de 2016 al detectarse una serie de deficiencias en una visita realizada por técnicos municipales.

Declarado Bien de Interés Cultural, el inmueble fue residencia, durante su niñez y adolescencia, del jesuita lagunero José de Anchieta, uno de los fundadores de las ciudades brasileñas de São Paulo y Río de Janeiro en el siglo XVI.