Javier Sierra, la esperanza blanca y secreta del cheísmo y del nacionalismoicodense, estuvo negociando con otros partidos ser candidato a la alcaldía

El ahora concejal nunca ha querido integrarse con Zarza (PSOE), o él o nadie

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Rey Sol. Luis XIV de Santa Bárbara, por decir algún barrio de Icod. Javier Sierra, concejal socialista, esperanza blanca y secreta de los cheístas y sus aliados en CC, nunca ha querido ni quiere estar en el proyecto de Juan Miguel Zarza y los suyos. No admite ni su existencia, ni tampoco sus constantes mensajes de integración y de aunar esfuerzos para recuperar la alcaldía de Icod, en manos, ahora, de un Don Quijote al que Sancho Panza ha abandonado y con él, el sentido común, para sustituirlo por una Dulcinea, solo el nombre, porque parece más un odre que otra cosa, que le guía desde otros municipios.

Sierra ya no trabaja para el PSC-PSOE. Dice estar en ese partido y se larga sus buenas filípicas en sus constantes comunicaciones con militantes, allegados, vecinos y demás. Pero en realidad es un Narciso griego, sumido en esa desesperanza que supone ser el más bello del partido, no mirar a Zarza, por favor, y que nadie le responda, nadie le haga ni la ola de la playa de San Marcos, ni un triste eco en la plaza de Lorenzo Cáceres.

Esa soledad impuesta y que impone, rechazando todo lo que venga de quienes son el partido auténtico antes y después de ganar las primarias, lo ha llevado a sentarse con otros partidos políticos, a escuchar propuestas, a negociar, sobre todo con la idea de ser el número 1, el candidato a la alcaldía, que no puede dejar de ser menos que Zarza o que cualquiera de los de su lista y menos que el ya acabado y solitario Ramón, uno que lo único que ha logrado en esta legislatura es coger poder y ser avasallado por quien llegando el último, lo dejó a un lado y se presentó a las primarias.

Sierra no quiere estas siglas. No soporta ser el segundo o el tercero. Concibe la política como un inmenso camerino, donde la estrella es la que debe brillar y la que debe ocupar el primer número en el podio, aunque al final sea en Icod, que poco glamour hollywoodiense tiene. Da igual. La pregunta que uno se hace en estos momentos, es si Sierra querrá dejarse seducir por otras siglas, por otros proyectos y romper definitivamente a la izquierda en Icod. Él sabrá. Muchos le han pedido que se esté quieto, pero no puede con su genio y habla y habla sin parar.  Y eso le costará caro, por mucho que lo apoyen desde el Sur, desde un menceyato muy concreto. No basta con eso.