La asociación Nuestro Patrimonio defiende conservar varias fachadas históricas en el antiguo barrio de Miraflores, que van a ser demolidas

Dos informes del Cabildo consideran  patrimonio histórico inmuebles de esta zona

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Tras conocer por la prensa que se van a derribar todos los inmuebles aún en pie en la manzana que forman las calles Carmen Monteverde, San Francisco de Paula, Juan Padrón y Miraflores, anunciamos que vamos a hacer gestiones para intentar que se preserven varias fachadas que tienen valores históricos y artísticos, y que entendemos forman parte del patrimonio de Santa Cruz de Tenerife. 

La opinión de la asociación viene precedida, y avalada, por dos informes del Cabildo de Tenerife emitidos en 2007 y 2010 que advirtieron de que “el barrio de Miraflores cuenta con buenos ejemplos de arquitectura histórica que deben ser catalogados”. 

Por ello, la asociación Nuestro Patrimonio quiere abrir un debate público al respecto y pide un esfuerzo a los promotores, y al Ayuntamiento facilitarlo con las gestiones precisas, para que la futura urbanización de esta manzana pueda integrar algunas de las fachadas antiguas.

La asociación es consciente del deterioro de esta zona de Miraflores y comparte la necesidad de su recuperación urbanística y social, al tiempo que considera que tal objetivo puede hacerse sin ignorar el patrimonio histórico arquitectónico.

También es consciente de lo avanzado del procedimiento del proyecto de urbanización, debido a que en el momento que tocaba el Ayuntamiento no catalogó ninguna edificación de las propuestas por el Cabildo, sin que se conozca la justificación de tal decisión. 

Con el fin de conservar las fachadas históricas que tengan más valor, abogamos por utilizar el procedimiento legal y urbanístico más ágil y útil para congeniar los legítimos intereses de los promotores con los también legítimos de la preservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

La asociación desea mantener una reunión con los promotores, exponiéndoles la oportunidad que, al menos desde la perspectiva de un colectivo de defensa del patrimono histórico, puede suponer integrar las fachadas más valiosas en la futura urbanizacion, a la que daría una identidad patrimonial, y la sensibilidad que eso mostraría por la historia de la capital tinerfeña. 

La asociación pedirá una reunión con el concejal de Urbanismo, comunicará su postura a los grupos políticos municipales y también se dirigirá al Cabildo de Tenerife.

El lunes 4 de junio de 2017 se publicó en el diario ‘La Opinión’ la noticia de que, según el concejal de Urbanismo, Carlos Garcinuño, este mes el Ayuntamiento aprobará el proyecto de urbanización y la reparcelación que incluye derribar “todas” las edificaciones antiguas que dan a las calles citadas, alegando además el edil que esto permitirá acabar con la prostitución en la zona y crear “un espacio muy atractivo para la inversión, dirigida a la construcción de viviendas”. El consistorio asumirá demoliciones por 250.000 euros, que comenzarán este año. 

Por su parte, el alcalde, José Manuel Bermúdez, al día siguiente, en declaraciones públicas recogidas por ‘Europa Press’, afirmó que la zona pide una intervención “a gritos”, y con el referido proyecto, se acometerá la demolición de las parcelas públicas, y también las privadas, cuyo suelo se orientará a la inversión, principalmente para vivienda.

Un informe de 25 de junio emitido por el área Insular de Cultura, Patrimonio Histórico, Museos y Deportes, Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo sobre el documento de aprobación provisional 2006 para la revisión del Plan General de Santa Cruz de Tenerife dice lo siguiente respecto al antiguo barrio de Miraflores: “se corresponde con uno de los sectores urbanos que comienzan a configurarse desde el siglo XVIII a la vera del Barranco de Santa y una vez rebasado el histórico límite de la calle de Valentín Sanz (o del Norte). Su crecimiento fue irregular y escasamente planificado, si bien y desde las primeras décadas del siglo pasado sirvió de residencia a sectores marginales de la sociedad de Santa Cruz. Sin embargo, cuenta con buenos ejemplos de arquitectura histórica que deben ser catalogados. Dentro de la arquitectura ecléctica característica de finales del siglo XIX y principios del XX ha de citarse el extraordinario inmueble de la Casa Clavijo y la vivienda clindante (calle Miraflores, números 28 y 32). Diseñado por Pintor (1908), muestran la capacidad de los arquitectos de la época para articular dos viviendas contiguas en diferente lenguaje: uno ecléctico, de corte modernista y dentro de la corriente art nouveau; y el otro de un eclecticismo más contenido. Ambos conforman una edificación de gran singularidad que, necesariamente debe ser catalogada. Otros inmuebles de interés en este ámbito urbano y encuadrables en el mismo estilo arquitectónico son: en calle en Puerta Canseco 23, 27 y 29, y Juan Padrón, 25”.

Un segundo informe del Cabildo de Tenerife, fechado en junio de 2010, emitido por el mismo departamento del Cabildo, sobre el documento de aprobación definitiva 2009 de la revisión del PGO de Santa Cruz, subraya lo siguiente: “el informe de este Servicio de 25 de junio de 2007 fue analizado por los redactores del Documento de Revisión del PGO, para que se valoraran las consideraciones que, desde la perspectiva de la protección del Patrimonio Histórico, se vertían en él. Sin embargo, dicho equipo redactor solo ha considerado atender alguna de las sugerencias y propuestas plasmadas en aquel informe. En concreto, solo ha recogido la catalogación de una veintena de los mas de 550 inmuebles que se propusieron en el mismo Se ha podido comprobar que a lo largo de estos tres años [2007-2010] han sido demolidos 19 inmuebles de los incluidos en la propuesta de catalogación de informe de 2007. Algunos de ellos con un valor patrimonial y constructivo idéntico -cuando no superior- a diversos inmuebles que si se catalogan, y cuya desaparición ha constituido a juicio de quienes suscriben, una merma importante para el patrimonio histórico del término municipal. El catálogo incorporado al documento de revisión del Plan General es insuficiente, pues deja muchos inmuebles sin catalogar y permite intervenciones que desvirtuarían los valores patrimoniales de buena parte de los catalogados. Esta circunstancia supone un riesgo de merma considerable del patrimonio histórico municipal y una posible pérdida (dado que no está protegido, es susceptible de demolición) para la Isla y para el archipiélago”.