Residencia de mayores de Alajeró: “el funcionamiento del centro va empeorando día a día por las acciones de un pequeño grupo de trabajadores y la inacción del director”

El centro es responsabilidad del Cabildo Insular de La Gomera, osea,  Casimiro Curbelo

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

La situación en la residencia de mayores, por mucho que digan Curbelo y los suyos, es alarmante, por cuanto que no se ha actuado hasta el momento y parece que la impunidad es santo y seña en un recurso socio sanitario que debería ser modélico y no una cuna de abusos tanto para los usuarios como para el resto de trabajadores.

Hay que ser valiente para presentar este escrito y dejarlo en la mesa del presidente, al que no le gusta que le saquen los colores y menos las vergüenzas, lo que indica que la situación es además de gravísima, insostenible.

Señala ese escrito que, “hay un grupo de tres trabajadoras que continuamente y desde hace mucho tiempo, vienen actuando de forma inapropiada, generando malestar entre el equipo de trabajadores, dificultando el correcto desempeño de nuestro trabajo con insultos y menosprecio, a la vez que están perjudicando a los usuarios del servicio, que son los más vulnerables ya que es injusto que deban aguantar muestras de desprecio y maltrato psicológico. En este sentido se añade que la actuación del chófer últimamente no es correcta y excede de sus funciones como más adelante se indica”.

Hablan del director del centro: “por último, en referencia al director del centro señalar que se le ha informado verbalmente, en repetidas ocasiones, del mal funcionamiento e irregularidades que se vienen produciendo sin que tome medidas al respecto. Hasta ahora todas las quejas se han traslado por vía verbal y no constan en el libro de incidencias del centro porque todas actuamos de buena fe, con la máxima discreción y respeto, en la creencia de que lo expresado verbalmente serviría para arreglar las cosas mediante el dialogo sin ir más allá. No se ha dejado nada por escrito en el libro de incidencias para no generar más malestar en el entorno laboral y confiando en la actuación del director, cosa que no se ha producido. El resultado es que el funcionamiento del centro va empeorando día a día por las acciones de un pequeño grupo de trabajadores y la inacción del director. Todo sucede en este centro de trabajo que depende y es responsabilidad directa del Cabildo Insular. La gravedad e injusticia de la situación es de tal magnitud que se debe actuar inmediatamente por las autoridades competentes de forma discreta, para poner fin a la dejadez de funciones y a las actuaciones incorrectas de algunas trabajadoras que han llevado al deterioro del funcionamiento del centro en los últimos tiempos.”

Catálogo de ofensoras y sus horrores

“A modo de ejemplo añadimos algunas de las acciones que reflejan la gravedad de la situación: 

- P***: Disminuye intencionadamente su ritmo de trabajo sobrecargando al resto de compañeras de turno, lo que genera tensión en el trabajo. Ha hecho un uso inapropiado del vehículo de transporte del centro como maniobrar para aparcarlo. Función que corresponde al chófer. 

- S***: Actitud prepotente y déspota hacia el resto del personal. Faltas de respeto constantes. No se deja aconsejar, toma decisiones que antes debería consultar al equipo de trabajo. Ha hecho uso inadecuado del material del centro como apropiarse de material sanitario (antisépticos) o conducir el vehículo de transporte para aparcarlo, como si tuviese una clase práctica de autoescuela, mientras abandona a los usuarios dejándolos con una sola trabajadora exponiendo así a los usuarios a riesgos innecesarios, en caso de urgencia, ya que su ausencia del servicio limita una posible respuesta en caso de urgencia repentina de algún usuario. Esto se ha hecho incluso delante de familiares de usuarios transmitiendo una pésima imagen del centro que tolera estos hechos irresponsables. 

- L***: Nunca ha obedecido las instrucciones del director, desobedeciendo en muchísimas ocasiones. Va por libre. Utiliza los baños del centro para ducharse todos los días a pesar de que dirección prohibió los baños. Se salta la orden de dirección de no venir con el uniforme puesto, especialmente en el periodo de alerta por el Covid-19, en que se pautaron una serie de normas para la prevención como no venir con el uniforme puesto desde la calle, con lo que ha puesto en riesgo a todos los usuarios y trabajadores del centro. Durante el trabajo lleva auriculares y hace uso del teléfono móvil, lo que resta la debida concentración y atención a los usuarios. 

En turno de tarde del pasado día 31-12-19 y 01-01-20 tenía que trabajar, su justificación fue que no le habían comunicado, ni por escrito, ni por teléfono, si continuaba o no. No acudió a su puesto de trabajo con lo que dejo expuesto al centro y sobrecargo al turno. Este hecho ella lo había comunicado verbalmente al director, que le respondió que tenía que acudir a trabajar porque estaba en cuadrante. Nunca se ha adaptado al modo de trabajo del centro, ni normas, ni pautas a seguir en el centro. Toma decisiones por su cuenta y riesgo como la de moler la medicación de los usuarios desde las 16:30 h. Estando en proceso de acostar a los usuarios, se dedica a colocar la medicación del día siguiente, tarea que se realiza después de que todos los usuarios estén en sus dormitorios, debidamente acostados y con el resto de las tareas terminadas. 

- S***, el chófer: Ha permitido el uso inadecuado del vehículo de transporte por las trabajadoras ya indicadas. Durante el confinamiento por estado de alarma por COVID-19 se ha presentado en las habitaciones de los usuarios, mientras estos se duchan en horario de 06:00 a 07:00). Su presencia en las habitaciones de los usuarios, es una falta de respeto hacia ellos y vulnera su intimidad, además no tiene justificación ya que no es su función. Cuando se le ha llamado la atención responde con insultos y amenazas, parece sentirse con inmunidad y plenos poderes para hacer lo que quiera.” 

Robos y demás

Por último, destacar que se han forzado taquillas, han desaparecido objetos y medicación de usuarios, como pastillas para dormir. Estas cosas nunca habían pasado, incluso ahora con cámaras están sucediendo. Todo esto manifiesta un deterioro evidente del funcionamiento del servicio motivado por la acción de las personas mencionadas. 

Petición

Por eso piden que “en el ámbito laboral también se tomen urgentemente las medidas oportunas que correspondan, según su buen criterio, para mejorar el servicio que prestamos a los usuarios y la calidad del ambiente laboral entre las trabajadoras del centro, que debe ser de armonía, no de tensión ni de enfrentamientos. Hacer constar que como medio de prueba de lo expresado en el presente escrito pueden examinar las imágenes de las cámaras del centro, nuestras experiencias y testimonios, así como el testimonio del usuario Adrián”.