Guterres pide no olvidar la crisis de Sudán del Sur

El secretario general confía en el compromiso de las partes de continuar trabajando

EDDC.NET / Madrid

El secretario general de la ONU remarcó la gravedad del deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en Sudán del Sur, especialmente el sufrimiento de la población civil.

António Guterres se refirió al tema al margen de las reuniones que se celebran en la Conferencia de Londres sobre Somalia.

Aprovechó la ocasión para subrayar el imperativo de renovar la voluntad regional e internacional para acabar con la tragedia que envuelve a ese país.

En un comunicado, delineo los pasos necesarios, entre ellos lograr un cese de las hostilidades, acceso humanitario sin trabas a los millones de personas que necesitan asistencia, además de libertad de movimiento para los cascos azules de la Misión de la ONU en Sudán del Sur, la Unmiss.

También, promover un proceso incluyente que involucre a todas las fuerzas de la oposición, de acuerdo con lo que estipula el acuerdo de Resolución del Conflicto de Sudán de agosto de 2015.

El secretario general confía en el compromiso de las partes de continuar trabajando para poner fin a la violencia que desgarra a Sudán del Sur, que a su vez, ayudará a prevenir el impacto negativo sobre la seguridad y la estabilidad regional.

¿Qué sucede en Sudán del Sur?

El conflicto en Sudán del Sur se desató en diciembre de 2013 entre fuerzas del gobierno y de la oposición. Pese a un acuerdo firmado en agosto de 2015, continúan los enfrentamientos entre el Ejército Popular de Liberación de Sudán, leal al presidente Salva Kirr, y las fuerzas de la oposición que respaldan al ex vicepresidente Riek Machar.

Desde entonces, casi dos millones de personas se han desplazado al interior del país, huyendo de la violencia. Otros 1.3 millones se han refugiado en los países vecinos. Según datos de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, siete millones y medio de sursudaneses necesitan asistencia alimentaria.

Además, unas 100.000 personas se encuentran en situación de hambruna y un millón de ciudadanos está al borde de correr esa misma suerte, debido a que la inseguridad imposibilita el acceso a ciertas zonas para poder asistirlos.