La reforma del palacio de Deportes de Santa Cruz: un chollo de 35 años de concesión

Eligio Hernández Bolaños, concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, dijo que la corporación debe plantearse ejecutar y gestionar directamente las instalaciones deportivas que construya, así como las que tiene previsto reformar o ampliar, dado que las inversiones en este tipo de infraestructuras son viables e incluso rentables a medio plazo. Este es el caso de la ampliación y reforma del Palacio Municipal de Deportes, para el que se prevé una concesión privada de 35 años pese a que la inversión se recuperará en menos de doce. La adjudicación de la ejecución y explotación de instalaciones deportivas a empresas privadas es una práctica más de los sucesivos gobiernos locales en su afán por privatizar servicios públicos que pueden ser asumidos en su totalidad por el Ayuntamiento, según Bolaños. Por este motivo, el concejal ha presentado una pregunta sobre estas políticas para que sea respondida en la comisión de Control de este mes por el edil de Proyectos Urbanos, José Alberto Díaz-Estébanez. A través de su pregunta, Bolaños quiere saber por qué en la concesión para la ampliación, reforma y explotación del Palacio Municipal de Deportes se establece que este quede en manos privadas durante un periodo de 35 años si la inversión inicial se estima que puede recuperarse antes de los doce. Asimismo, pregunta por qué el Ayuntamiento no se plantea ejecutar y gestionar directamente la totalidad de las instalaciones deportivas, dado que son viables e incluso rentables a medio plazo. Bolaños critica que la privatización de las instalaciones deportivas se ha consolidado como política municipal en Santa Cruz y así queda reflejado en la memoria de la dirección del Organismo Autónomo de Deportes, incluida entre los documentos del presupuesto de este organismo para el año 2016, en la que el director de este organismo señala que “resulta positivo potenciar la creación de instalaciones deportivas de manera mixta” y que es “conveniente acudir a la figura de la adjudicación de concesión de obra pública”. Entre las instalaciones privatizadas o que está previsto privatizar figuran la Piscina Municipal de Añaza, el Centro Deportivo de Tíncer –cuyo concurso público por 6,7 millones y una concesión de 35 años quedó desierto– y la obra ya citada de ampliación y mejora del Palacio Municipal de Deportes. Este último proyecto, cuyo estudio de viabilidad está en información pública, contempla una inversión de unos diez millones de euros y una concesión de 35 años.