Marco González demuestra que no le gusta cortar cintas, sino que le encanta

Nos despertábamos con la noticia de que el municipio de Puerto de la Cruz iniciaba un proyecto piloto para mejorar la calidad del agua, promovido por la empresa prestataria del servicio de abastecimiento y saneamiento del agua del municipio, Aqualia, algo que parecía un ‘deja vu’ o un ataque de amnesia por parte del dirigente socialista Marco González, que convocó a los medios con grandes alharacas para presentar algo que ya existe.  Tras 40 años de problemas con la calidad del agua del municipio, la incapacidad para resolver este problema tanto de la empresa concesionaria como del Consejo insular de Aguas, a lo que se añadía el establecimiento de condicionantes por parte de la Sanidad, el Área liderada por Ángel Montañés en el pasado mandato, decidió en 2017 estudiar las alternativas que existían en el mercado para eliminar la concentración de este ión dañino para el ser humano. Así “encontramos una empresa canaria que contaba con una opción que requería ser probada y por ello en 2018 se contrató la experiencia piloto necesaria para estudiar su viabilidad, que culminó a principio de 2019 con resultados sumamente satisfactorios” explica Montañés. Fue a partir de esta valiente iniciativa del gobierno del Partido Popular (PP) en la ciudad turística, cuando se ha puesto sobre la mesa que existe una solución con bajo coste energético y sin el complejo rechazo típico de estas intervenciones, cuando tanto desde el Consejo Insular de Aguas (gobernado por el PSOE desde el mandato pasado) como desde la Aqualia han mostrado su interés por mejorar la calidad del agua de los portuenses, sorprendentemente ésta última tras 29 años de servicio y a uno de vencer su contrato con el Ayuntamiento portuense. Para el Partido Popular de Puerto de la Cruz este es otro síntoma del desgobierno que sufre la Ciudad y de la falta de escrúpulos de sus actuales mandatarios, que en este caso tiran a la basura el dinero invertido satisfactoriamente para la búsqueda de una solución real para la calidad del agua del municipio, y pierden el tiempo volviendo a un inicio del que ya se partió hace dos años. “Ahora lo que tocaba no es una nueva prueba piloto sino desarrollar el proyecto que permitiera eliminar el problema del agua en el Puerto”, añade Montañés. Lo más ridículo de todo resulta que el regidor de izquierdas, en su alarde de dárselas de conocedor de la materia, afirma que con este sistema de membranas presentado por Aqualia va acabar con los problemas de olores de la ciudad, lo que demuestra que ni siquiera ha leído para qué sirve el tratamiento que quieren experimentar. Por ello, una vez más, nos vemos obligado a recordarle a Marco González “que deje de vender tanto humo, que se va a ahogar, y se dedique a trabajar, de verdad, por el municipio”.