IUC acusa a Bermúdez de impedir la creación de empleo en la limpieza urbana

Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, denuncia que el alcalde Bermúdez ha impulsado una licitación del servicio de limpieza de Santa Cruz que ha permitido ganar, provisionalmente, a la empresa que creará menos puestos de trabajo y perder, de momento, a la que generaría más empleo. Trujillo afirma que, en los peores momentos de la crisis, Bermúdez declaraba que la destrucción de empleo en Santa Cruz era culpa de Madrid y ahora, cuando se crea empleo, da ruedas de prensa dando a entender que el aumento del empleo es responsabilidad municipal. Pero el portavoz de IUC rechaza el oportunismo propagandístico del alcalde y afirma que, donde sí puede crear empleo un Ayuntamiento, por ejemplo, en la contratación del servicio de limpieza, Coalición Canaria ha preferido no hacerlo. En Santa Cruz, las cuestiones relativas al empleo sólo suponen el 2% de la puntuación para adjudicar el servicio de limpieza. Ningún criterio técnico, ni ninguna ley, obliga a dar un peso tan ridículo al empleo. Por tal motivo, la empresa que más puestos de trabajo propuso para limpiar Santa Cruz, el equivalente en horas a 78 empleos anuales más, a jornada completa, no ganó el concurso. Coalición Canaria ha decidido no crear empleo donde tiene capacidad para hacerlo. Pero también ha decidido que, la única empresa que incumple en 6 de los 8 criterios de mejora de la calidad del servicio, es la que obtiene mayor puntuación precisamente en el apartado de mejora de la calidad del servicio. Trujillo afirma que el pliego para licitar la limpieza parece hecho por Groucho Marx puesto que la única empresa que incumple en materia de mejora de la calidad obtiene una puntuación un 60% superior a las que sí cumplen con los criterios que proponen. CC debiera explicar los motivos para premiar a quien plantea lo que no puede cumplir y castigar a quien plantea lo que sí puede cumplir. El portavoz progresista afirma que el responsable de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, no discutió ninguna de estas acusaciones, en el pleno monográfico sobre la adjudicación a Valoriza, que se celebró el pasado viernes. Para Trujillo, el pleno sobre la adjudicación de la limpieza fue un acto de “democracia ceremonial”, en el que se fingió la existencia de un debate mientras que, por ejemplo, a Izquierda Unida se le dieron dos minutos para exponer su punto de vista y otros dos minutos para replicar al grupo de gobierno. Es obvio que se trató de un formato que impedía argumentar con la amplitud necesaria e impedía un debate real. El grupo de gobierno se limitó a imitar las apariencias de las instituciones democráticas y dio una lección sobre cómo la baja calidad democrática incentiva la baja calidad del proceso de licitación de servicios.