Denuncian en Tejeda que las guaguas turísticas interfieren en el paisaje del Nublo

La Asociación de Vecinos de Tejeda (Avete) ha denunciado que “las guaguas turísticas interfieren en el fondo escénico del Roque Nublo por el impacto visual que produce el nuevo aparcamiento inaugurado junto al cementerio. El edificio de tres plantas tiene capacidad para 100 vehículos, con dos plantas subterráneas destinadas a turismos y la superior para las guaguas y actividades lúdicas o festivas. Sin embargo, desde Avete se critica que “en el proyecto original la construcción del parking pasaba completamente inadvertida en relación al paisaje del Nublo, al contemplar mucha vegetación con palmeras incluidas y una plaza pública-mirador en la parte superior, mientras ahora se le ha dado un destino diferente, con altas farolas en la superficie construida sobre la rasante de la calle, lo que produce un impacto paisajístico negativo que se agrava con la presencia de las guaguas turísticas que interfieren sobre el fondo escénico del Roque Nublo”.  En un comunicado la Asociación vecinal indica que ha solicitado el proyecto de este nuevo aparcamiento al Ayuntamiento de Tejeda y al Cabildo de Gran Canarias en diferentes ocasiones para cotejarlo con la obra final, pero hasta la fecha no le han facilitado la información completa por lo que “sospecha que la construcción realizada no se ajusta a la proyectada”. También ha solicitado al consistorio y la corporación Insular el expediente correspondiente al aparcamiento que se pretende construir en La Vaguada, junto a la Iglesia y, de momento, solo ha recibido el expediente administrativo, que considera insuficiente para valorar el proyecto, ya que no incluye las características físicas de la obra, por lo que sigue reclamando al Ayuntamiento que le remita el proyecto técnico. Una obra de la que el alcalde, Francisco Perera, informó a los vecinos en la reunión informativa convocada el pasado 28 de septiembre en el Salón Rojo y en la que, según la nota de Avete, “el alcalde visiblemente nervioso ante las preguntas que le hacían y no quería contestar con claridad, optó sorpresivamente y de forma unilateral,  por dar por concluida la reunión, por lo que el público asistente se vio obligado a abandonar sin respuestas”. Una actitud que tilda Avete de “autoritaria” y aclara que “el alcalde se confunde si cree que esta reunión era un Pleno o una Junta de Gobierno donde él acostumbra a imponer su criterio a los demás”. Critica que Perera “gobierna actualmente Tejeda con actitudes despóticas porque la Agrupación Independiente de Electores que lidera consiguió 7 ediles de los 9 que integran la Corporación municipal y con esa mayoría absoluta se ha erigido en el jefe absoluto del pueblo, con el agravante de que carece de control y fiscalización por parte de la oposición, ya que los dos concejales del PP se dieron de baja al inicio del mandato y su dos actas continúan vacantes”. Concluye Avete que “el alcalde y dos empresarios con intereses turísticos en Tejeda se han creído dueños y señores de este pueblo y al gestionar el Ayuntamiento sin transparencia e ignorando la participación ciudadana a la que por Ley está obligado, ha acabado dividiendo a las familias y amigos, algo desconocido hasta ahora en esta tierra”. En cuanto a la movilidad, la Asociación de Vecinos de Tejeda destaca que “las señales de dirección prohibida colocadas definitivamente en la sacristía no estaban previstas en el proyecto de la ZCA (Zona Comercial Abierta) y el Ayuntamiento no ha informado del por qué y para qué se han instalado”. “La realidad”, dice la nota informativa, “es que no se sabe nada y los vecinos ya no pueden pasar con sus coches particulares”. Añade también que “el Ayuntamiento se sume en el silencio y no dice nada respecto de la señal de dirección obligatoria, colocada debajo del llamado Árbol Bonito, que obliga a seguir de frente (salida del pueblo), a los vehículos que  bajan por la calle Nueva, prohibiendo al mismo tiempo la bajada al Lugar de Enmedio y a la Tosca”. Finalmente, se refiere a la señal de dirección prohibida colocada junto a las terrazas en la bajada de La Tosca, por el Curato y se pregunta por qué se impide la llegada a la Iglesia en vehículo para las personas que padecen movilidad reducida o dificultades físicas por la edad o cualquier circunstancia.