Los verdaderos responsables del caso ‘Eólico’ no se han sentado en el banquillo

Francisco Cabrera, uno de los denunciantes del caso ‘Eólico’ muestra su decepción de que, finalmente serán “los actores secundarios del caso, quienes acaben pagando el pato”. Lamenta, asimismo que 13 años después, se esté juzgando uno de los casos de corrupción más importantes que se han producido en Canarias, según ha publicado SB-Noticias. Hace 12 años la consejería de Industria del gobierno de Canarias, en manos de Luis Soria (PP) convocó un concurso para la explotación del recurso eólico en Canarias. A partir de ahí se empezó a negociar con información privilegiada, antes de que las bases y el concurso salieran a la luz. Se crearon empresas ad hoc para explotar ese recurso, porque disponían de información privilegiada.  Cabrera, ex gerente de la empresa pública Megaturbinas de Arinaga, recuerda que  lo que mas le llamaba la atención de las bases era que se puntuaba de forma especial a las instalaciones que estuvieran en terreno público “eso no tenía razón de ser”, afirma.  Por tanto, quien tuviera esa información de antemano, iba con ventaja, y de ahí que muchos se lanzaron a comprar terreno público con tal fin. El 24 de octubre de 2004, Cabrera se puso en contacto con el presidente del Cabildo de Gran Canaria (entonces José Manuel Soria) para comunicarle que había descubierto un complot para amañar el concurso público convocado por la consejería de Industria, relativo a un proyecto de energía eólica en Arinaga, “lo que no sabía es que, por esas fechas, el hermano del actual vicepresidente del Gobierno, Luis Soria López (entonces consejero de Industria) había sido invitado a viajar a Alemania por el empresario José Ignacio Esquivel, interesado en el concurso”. Cabrera recuerda que presentó una denuncia advirtiendo que eso era un pelotazo. “La justicia va lentamente y ahora van a enjuiciar a alguno de los actores de aquel desaguisado, pero los responsables máximos de acuerdo a la legislación vigente están exonerados”, lamenta. Y aunque se descubriera ahora su implicación, sus delitos habrían prescrito. Insiste Cabrera en que las personas que están sentadas en el banquillo, son actores secundarios “el mas alto es un director general, pero había responsables por encima de él en esa consejería, que tendrían que haber estado como acusados”. Afirma que si la justicia se hubiera preocupado de juzgar hechos como que el consejero de Industria, Luis Soria, se fue de viaje con personas interesadas en ese concurso a Alemania, y que coincidieron “por casualidad” en una fábrica de turbinas eólicas… Quizás hoy estarían otros responsables sentados también como acusados. Ningún partido ha pedido que no prescriban los delitos por corrupción. La enseñanza que deberíamos sacar, según Cabrera, es que no se permita que prescriban los delitos por corrupción, solo así muchos de los responsables políticos de casos de corrupción, se lo pensarían dos veces antes de cometerlos. Sin embargo, se muestra sorprendido de que ningún partido político haya presentado una iniciativa legislativa en esa línea. La próxima semana Francisco Cabrera intervendrá como testigo en el juicio, aunque reconoce que toda esta situación le produce tristeza. “Yo no voy a enmendarle la plana a la justicia, que se ha retratado en su eficacia, si determina que estos son los responsables, con su pan se lo coma”.  Recuerda Cabrera que había fiscales que tenían que haber “movido el culo” y jueces que tenían que haber aceptado demandas que él mismo presentó contra José Manuel Soria, “en lugar de mandarlas a archivar, como se demostró por parte de amigos de Soria”.