El Rectorado no actuará contra presunto profesor acosador’ hasta que no haya denuncia

Ante la repercusión mediática habida por la difusión de un video en el que se increpaba a un profesor que estaba impartiendo clase el pasado 8 de marzo, y en el que se le acusaba de ejercer acoso sexual o sexista contra el alumnado, este Rectorado tiene que decir lo siguiente: la Universidad de La Laguna cuenta con un protocolo contra el acoso sexual y sexista que está en vigor desde comienzos de 2015. Fue de hecho una de las universidades pioneras del país en disponer de un instrumento de detección y actuación contra este tipo de abusos. Desde su puesta en marcha, ha actuado en diez ocasiones en estos tres años, en una comunidad formada por 22.000 personas. Es decir, las veces que ha sido necesario acudir a él este centro académico no ha dudado en activarlo. -Para el inicio del procedimiento, tal y como recoge el propio texto, resulta condición fundamental la existencia de una denuncia por escrito. Este Rectorado no actúa ante una cadena de rumores o de linchamiento público que no se fundamenta en denuncia alguna, sino que lo hace bajo un procedimiento garantista para todas las partes, donde la confidencialidad y el respeto al proceso se ajustan en todo momento a la legalidad. Esta mañana ha habido una reunión en el Rectorado, presidida por el rector, Antonio Martinón, y en la que participaron el decano de Humanidades  y varios directores de los departamentos afectados, además de la directora de la Unidad de Igualdad de Género de la institución académica.  De nuevo se puso sobre la mesa la inexistencia de denuncia alguna que dé pie a una activación del protocolo. Esta universidad cuenta, como se ha dicho, con una Unidad de Igualdad de Género y con un Instituto Universitario de Estudio de las Mujeres. Su compromiso con la igualdad y la defensa de los derechos de las personas siempre ha sido irreprochable. Además del citado protocolo, el centro académico dispone de un Servicio de Inspección que actúa ante cualquier irregularidad o denuncia. Es decir, los instrumentos para actuar ante un presunto caso de acoso existen, pero para su puesta en marcha el hostigamiento en las redes y el dedo acusador no son suficientes, es necesaria la denuncia.