Recuerdan el compromiso del Ayuntamiento de Candelaria contra la instalación del gas

Sí se puede recuerda el compromiso del pleno del Ayuntamiento de Candelaria contra la instalación del gas en Tenerife y a favor de las energías renovables, según el acuerdo que adoptó el 30 de diciembre de 2015 al aprobar una moción del grupo municipal ecosocialista en este sentido. En concreto, el acuerdo plenario expresó su rechazo a la instalación de la planta de regasificación en el puerto industrial de Granadilla y pidió al Ministerio de Industria, al gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife que se muestren a favor de las energías renovables para Tenerife, como ya se ha hecho para El Hierro y Gran Canaria, que cuentan con alternativas al peligroso e insostenible gas natural. La portavoz del grupo de Sí se puede en el Ayuntamiento de Candelaria, Mayca Coello, destaca que “el proyecto de la planta de regasificación y el gasoducto que recorrería la autopista del sur para llevar el gas a Santa Cruz está conectado con un ramal previsto para Las Caletillas, que atravesaría todo nuestro pueblo para el abastecimiento de la nueva central de ciclo combinado de fuel-gas que está planificada instalar en allí”. “Ante la situación actual, en la que se pretende iniciar ya la instalación de las redes de distribución de gas en distintos municipios de Tenerife, corresponde a Candelaria hacer oír su voz de nuevo con un acuerdo del que solo se quedó fuera el PP, en una demostración de que sus intereses palpitan más del lado de las empresas que del lado de la gente”, añade Coello. Por este motivo, considera que el gobierno municipal debe informar al pueblo de Candelaria sobre el resultado de las gestiones encargadas por el pleno ante los distintos gobiernos: estatal, autonómico e insular. El acuerdo del Ayuntamiento de Candelaria contemplaba evitar el impacto de los proyectos gasistas en todo el archipiélago, porque conlleva enormes perjuicios estructurales a medio y largo plazo y porque daña sustancialmente el objetivo de crear un nuevo modelo energético, soberano y sostenible para Canarias. Además, estas pretensiones inciden de forma particular sobre el municipio, ya que “la propia planta industrial, el gasoducto y el transporte en buques gaseros pondrían en gravísimo peligro la salud y la seguridad de la población de Candelaria, debido a que el gas natural licuado es una sustancia extremadamente inflamable y muy peligrosa, y dada la proximidad inmediata de las viviendas”, apunta la portavoz. Entre otras consecuencias derivadas de este proyecto, Sí se puede subraya que la implantación del gas tiene como efecto “un freno en el desarrollo de las energías renovables en Canarias, ya que el gas no puede entenderse como un factor de sustitución del petróleo que dé paso a las renovables como fuente energética, un objetivo que se han trazado –y están cumpliendo– muchos países sin el potencial de Canarias en este terreno. A ello hay que sumar que la instalación significa una hipoteca para la calidad de vida y un riesgo importantísimo para la seguridad de las personas que aquí vivimos o que nos visitan”, dice Coello. La combustión del gas natural emite grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, los principales gases causantes del efecto invernadero y del cambio climático, por este motivo, la concejala ecosocialista asegura que “no entendemos que la mayoría de los países del mundo estén trabajando en la reducción de las emisiones de CO2, y en parar el calentamiento global, y en Canarias, que debe concebirse como el paraíso de las energías renovables, se empeñen en instalar estas plantas regasificadoras”, afirma la concejala.