Demandan que deje de cobrar el IBI urbano a terrenos que realmente son rústicos

Sí se puede demanda al gobierno de José Manuel Bermúdez en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que deje de cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) urbano a terrenos que realmente son rústicos. El portavoz del grupo municipal ecosocialista, Pedro Fernández Arcila, destaca que la mayor parte de los terrenos afectados por una clasificación errónea se encuentran en el Distrito Suroeste del municipio y que “esta injusticia está motivada por el intento de especulación que se cebó con esta zona en los momentos de las vacas gordas del desarrollismo compulsivo”. Arcila subraya que “producto del objetivo de especulación, el Ayuntamiento lleva años cobrando a propietarios de terrenos que deben estar clasificados como rústicos un IBI mucho mayor de lo que les corresponde, una injusticia doble porque pagan más de lo que toca y no cuentan con los servicios propios de una zona urbana, como las aceras, el alumbrado público u otros”.  En esta línea, el portavoz de Sí se puede pedirá detalle al gobierno de CC-PP en el próximo pleno sobre las actuaciones que ha realizado el Ayuntamiento para el cambio de calificación catastral de urbano a rústico de los suelos clasificados como urbanizables y urbanos no consolidados y que no cuenten con ordenación detallada. Arcila recuerda que los Ayuntamientos están obligados a informar a la dirección general del Catastro sobre los suelos afectados para cambiar esta calificación catastral, para que posteriormente se pueda fijar su valoración y establecer la cantidad de IBI que deben pagar sus propietarios, de forma ajustada a la realidad de los terrenos. “Es imprescindible que el gobierno municipal traslade esta información al Catastro, para que los propietarios de los terrenos puedan acogerse a la reducción de este impuesto y que puedan tributar de acuerdo a la ley”, asegura el portavoz de Sí se puede, quien destaca que “la mayoría de los terrenos que están a la espera de esta medida en Santa Cruz se localizan en el  Suroeste, un distrito que destaca por ser una de las reservas de suelo rústico y producción agrícola del municipio y por su vulnerabilidad socioeconómica”. En este sentido, Sí se puede ha insistido en numerosas ocasiones en la necesidad de preservar el suelo rústico de este distrito, como factor esencial para el impulso de la producción agropecuaria a en la capital tinerfeña. “No es posible potenciar un sector frágil si se le ahoga con impuestos que además no le corresponden”, enfatiza el portavoz ecosocialista. Arcila recuerda que una sentencia del Tribunal Supremo del 30 de mayo de 2014 estableció que, a los efectos de la calificación catastral de un suelo como urbano, es preciso que esta categoría se haya aprobado un plan parcial o que en el Plan General de Ordenación (PGO) establezca su propia ordenación detallada, de forma que no es suficiente que el terreno se incluya en un ámbito o sector para ser urbanizado. En consecuencia, multitud de terrenos clasificados como suelos urbanizables o urbanos no consolidados, en ambos casos sin ordenación detallada, no debieran tributar por el IBI, al tener la consideración de rústicos. Sin embargo, “con el único objetivo de aminorar el impacto de esta sentencia, adulterando, en gran manera, el criterio del Tribunal Supremo, se cambió el Texto Refundido de la Ley del Catastro inmobiliario por la Ley 13/2015”, explica el concejal, de forma que se creó un tercer género de bien inmueble, el que engloba a los terrenos a los que, a pesar de calificarse como rústicos, se les aplica una valoración catastral distinta, con efecto sobre la tasa que deben pagar por el IBI.