Carlos Alonso no quiere ayudar a los que menos tienen: su Cabildo es insolidario (mal)

Este es el valedor de los tinerfeños con menos recursos. El presidente menos votado de los que se han sentado en esa silla cuando se presentó ante los ciudadanos cara a cara. Ahora montó un númerito tinerfeñista con las carreteras, esas que ahora inspecciona Fiscalía y le han dado plaza para irse a Madrid, que es lo que le gusta, aparentar, darse la pinta, codearse con la élite. Carlitos el belga desde su gran despacho no tiene tiempo para detenerse en estos tres ciudadanos y ciudadanas de esta Isla, con recursos mínimos que han pedido bonificaciones en el transporte público. A cuatro de un listado que hemos escogido al azar, de decenas que se acumulan en nuestro poder, se les deniega porque les pagan una pensión no contributiva, que es una miseria al mes y al quinto porque no dio todos los papeles respecto a su discapacidad. ¿Hay que ser tan excesivamente formales? ¿Qué pueden decir del sueldazo de la chica de marketing de Titsa, que cobra 3.000 pavos al mes y no se sabe para qué? Es muy fuerte leer los listados de negativas de ayudar a la peña menos favorecida y dejarlos en mayor precariedad. Y lo peor es que es el Cabildo de Tenerife, que supuestamente es la mejor administración de la Isla, que es la que mejor trabaja. En fin. Carlitos el belga es el peor presidente insular que nos ha tocado en suerte y lamentablemente y por culpa de los socialistas de Aurelio Abreu, se mantendrá en el poder hasta el final. Lo que le espera a esta corporación es terrible y nadie se puede imaginar hasta donde llega su maldad política, su ineficacia y sobre todo sus juegos peligrosos. Pero hay que machacarlo en las urnas, que no consiga plaza y que vuelva humillado a la plaza de España, como le paso a Ricardo Melchior. Eso esperamos con ansia.