Buenavista escurre el bulto ante la ubicación de la depuradora de aguas de la Isla Baja

Sí se puede asegura que el gobierno municipal de Buenavista escurre el bulto ante el problema causado por la ubicación prevista para la depuradora de aguas de la Isla Baja. La afirmación de la organización ecosocialista se basa en el comportamiento contradictorio de los grupos de PSOE y CC al rechazar la moción presentada por Sí se puede en el pleno del mes de junio para que el Ayuntamiento respaldara las alegaciones al Plan Hidrológico Insular (PHI) presentadas por la asamblea local de organización ecosocialista en Buenavista. “El grupo de gobierno se enredó en unas argumentaciones insostenibles para explicar lo inexplicable: que no apoyan las alegaciones al PHI presentadas por Sí se puede –asegura el portavoz del grupo municipal ecosocialista, Antonio González Fortes–. Primero dijeron que ya se estaba buscando otra ubicación para la depuradora y que, como el plazo de presentación de alegaciones había finalizado, no veían la necesidad de que el pleno se adhiriera a las alegaciones”. A esta contradicción se añade el que “el grupo de gobierno apoyó nuestro requerimiento para que se buscara una nueva ubicación y se estudiaran otros modelos de depuración”, añade González Fortes, quien califica de “errático y surrealista” el comportamiento del gobierno de PSOE-CC en Buenavista ante este asunto. Las alegaciones presentadas por Sí se puede a principios de mayo cuestionaban ante la viceconsejería de Política Territorial del gobierno de Canarias el documento denominado Esquema Provisional de temas Importantes del Segundo Ciclo de Planificación Hidrológica 2015-2021 (EPI). La propuesta alegada por Sí se puede prevé la ubicación de Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la Isla Baja en el núcleo poblacional de Las Canteras, en Buenavista, adonde llegarían, mediante impulsión, las aguas procedentes de Garachico, Los Silos y Buenavista. Sí se puede señaló entonces que se deben contemplar como alternativa los sistemas de depuración natural, tal y como demandan los colectivos sociales movilizados. Las alegaciones partieron del reconocimiento que se hace en el EPI respecto a que no ha habido análisis de alternativas del sistema territorial de saneamiento (comarcales o municipales) y, más concretamente, las ubicaciones de los sistemas generales, como la EDAR en el Barrio de Las Canteras en Buenavista. Señalan también que “no se cumple con la exigencia de adoptar decisiones territoriales tras garantizar una correcta participación pública con alternativas de ubicación”, asegura el portavoz ecosocialista. Además, la ubicación de la EDAR comarcal en el barrio de Las Canteras “vulnera la normativa sobre actividades clasificadas” y el EPI no cuenta con un “análisis coste-eficacia de las actuaciones previstas en el que se incluyan los costes derivados del bombeo de las aguas residuales”; finalmente, Sí se puede hizo énfasis en la reutilización de las aguas depuradas y la agricultura ecológica, que puede verse afectada por esta técnica. Respecto a la participación ciudadana, los primeros pasos se realizaron sin facilitar la información adecuada y se adoptaron decisiones definitivas sobre las ubicaciones territoriales sin que previamente se hubiera abierto una participación pública con diferentes alternativas a la ubicación de la EDAR, además, se incumplieron las exigencias de participación prevista por la Cotmac. Sí se puede apuntó en sus alegaciones que la EDAR de la Isla Baja en Las Canteras es contraria a la normativa ambiental estatal sobre actividades clasificadas, que establece que las instalaciones que puedan considerarse peligrosas o insalubres solo podrán emplazarse a una distancia de 2.000 metros a contar del núcleo más próximo de población agrupada. El desfase en la relación coste-eficacia también fue destacado por Sí se puede en su momento, porque en el plan de la EDAR de Buenavista no está previsto el coste económico de la propia EDAR ni las conducciones de impulsión, la existencia de distintas EBAR, ni el tramo terrestre del emisario, además de no contemplarse las medidas exigibles para cumplir los objetivos ambientales, mientras que está establecido en el Reglamento de Planificación Hidráulica que deben aplicarse criterios de racionalidad económica y sostenibilidad. Sí se puede señaló esta situación como “un intento claro de ocultar el coste total de las inversiones a realizar durante la construcción y posterior gestión del sistema”. Finalmente, Sí se puede insistía en las alegaciones en que la reutilización de aguas residuales para el riego agrícola actualmente existentes, al menos en el caso de la ubicación prevista de la EDAR en Buenavista, debe “analizar de manera rigurosa las afecciones que esta opción representa a la agricultura ecológica que, como se sabe, representa un sector puntero en la comarca y con unas enormes potencialidades de desarrollo”