Aurelio Abreu firmó un viaje a Italia de Eduardo Pintado a cuenta del circuito del motor

El entonces vicepresidente socialista ya ejercía en la legislatura anterior, como en la de ahora, de manera complaciente su cargo real en el Cabildo, que era ser el asistente, ayuda de cámara, camarero, cocinero y lo que hiciera falta, de Carlos Alonso, que nunca había sentido tal poder dentro de sí, cuando veía la abyecta servidumbre de este socialista (lo dijimos, horror), que tanto daño ha hecho y hace al partido que dice representar y en el que nadie que lo constituye se siente representado por él. Muchos rezan a todo tipo de santos y santas para que el juzgado abra juicio oral a cuenta de sus desmanes en Buenavista del Norte, siempre negados por su otro jefe al que sirve igualmente con la misma abyección y con el que comparte apellido y la Federal lo mande para su casa, cosa que sería una alegría irrefrenable en las bandas del Sur y otras bandas menos conocidas, pero igual de influyentes. Y en el mientras tanto vemos como Aurelio Abreu bendecía todas las ‘locuras’ de Alonso y los suyos, especialmente las relacionadas con un ya dinosaurio político, que vivió sus últimos bandazos en la legislatura anterior, llamado Eduardo Pintado, autorizando lo siguiente: “con motivo de la promoción del Proyecto del Circuito del Motor de Tenerife, por el presente autorizo se desplace a Milán, Italia, Eduardo Pintado Mascareño, consejero con delegación Especial en comercio, con salida el domingo a las 11:10 horas desde el aeropuerto Tenerife Norte (TFN), y con llegada el martes al aeropuerto Reina Sofía (TFS) a las 10:35 horas.  Asimismo, sírvase el presente decreto para autorizar los importes correspondientes a los gastos inherentes a este desplazamiento”. Y nos enteramos ahora. Que fuerte la cosa.