Argelia no despega pese al repunte del petróleo

Un informe de Crédito y Caución apunta al incremento del malestar social

EDDC.NET / Madrid

Argelia es socio estratégico de España en el Magreb. Los flujos comerciales en torno al gas argelino, la mitad de todo el que consume España, nos convierten en su tercer cliente comercial y su quinto proveedor exterior.

El último ‘Country Report’ difundido por Crédito y Caución sobre la región ‘Mena’, apunta al incremento de los riesgos de malestar social en este importante mercado para España, especialmente entre los más jóvenes, debido al alto desempleo, la falta de vivienda asequible, el incremento del coste de la vida y el éxito limitado de la Administración para diversificar la economía. En ese contexto, el déficit presupuestario de Argelia se mantendrá alto en 2018 y 2019 para hacer frente al actual sistema de subsidios.

Entre 2015 y 2016, la administración argelina limitó el impacto económico del deterioro del precio del petróleo, manteniendo el gasto público a través de un fondo de estabilización acumulado en los años de altos precios del petróleo. En ese sentido, el informe de Crédito y Caución prevé que el actual repunte de los precios del petróleo se traslade de forma muy modesta al crecimiento del PIB, ya que el fondo está casi agotado y la consolidación fiscal impide un mayor crecimiento del consumo privado. Las previsiones incluidas en el informe sitúan el avance esperado del PIB en un 2,4%, por debajo de las tasas de 2015 y 2016. El informe de la aseguradora de crédito recuerda que la economía de Argelia está respaldada por el sector de petróleo y gas, que representa más del 95% de sus ingresos de exportación y el 60% del presupuesto gubernamental.

“Para garantizar la prosperidad y la estabilidad a largo plazo, las autoridades tendrían que acelerar su ritmo actual de diversificación económica. Sin embargo, la intervención pública (se estima que el 90% del PIB de Argelia todavía está controlado por el Estado), la burocracia, el acceso limitado a la financiación y un mercado laboral rígido siguen obstaculizando las iniciativas de la empresa privada y la inversión extranjera, ralentizando la necesaria transición económica”, dice el informe.