“La música es el arte que más ha influido en mi escultura”, reconoce Martín Chirino, autor de los carteles de la Ópera, con la colaboración de su nieta

“La serie de ‘Cabezas’ de mi abuelo ha sido clave en la inspiración de los trazados

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

“La abundante serie de ‘Cabezas’ que ha realizado mi abuelo ha sido clave en la inspiración del trazo de las caras que protagonizan los dibujos de los carteles” afirma Inés Rodríguez Chirino, nieta del escultor,  que se ha encargado  de la maquetación y diseño gráfico de los reclamos de las cinco piezas que componen la 52º Temporada de Ópera, y cuyos pormenores de realización fueron explicados por el director de la Fundación Martín Chirino, Jesús M. Castaño, durante la Rueda de Prensa de presentación de la Temporada, en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria.

“En esta ocasión, hemos decidido que los carteles sigan una estética muy simple, utilizando el blanco sobre un color, cada ópera con el que la representa, y utilizando el dorado como hilo conductor”, explica la nieta del escultor, que ya colaboró en los carteles de la pasada edición.  

En el caso de Così fan tutte [de Mozart; nueva producción de Amigos Canarios de la Ópera], por ejemplo,  la inspiración alude directamente a la emblemática escultura de El pensador, del campus universitario de Tafira, explica Inés Rodríguez. “En esta edición predomina un mayor realismo en los trazos, y la mezcla de armonía y tensión que le ha  dado siempre el escultor a sus cabezas es idónea para anunciar la Ópera”, agrega. Así, hay en las piezas una mezcla de drama e inocencia, equívoco y fatalidad, que está presente en los dibujos. 

“Como escultor, la música es el arte que más me ha influido, y, de hecho, de mi obra, se ha dicho que guarda la estructura de una sinfonía”, explica el propio Chirino.  “La realización de estos carteles me ha hecho evocar mi larga afición por este singular arte, que aspira a la totalidad, pues en la ópera confluyen, además de la música, el canto, el teatro, la poesía, la danza y las artes plásticas, a través de la escenografía. Es  “una alquimia” –como se la ha definido- que entremezcla expresividad y belleza. En la ópera se aúnan pasión e imaginación”, concluye el escultor.