La asociación de cine Vértigo dedica un ciclo de cine a José María Nunes

Las proyecciones serán en el CICCA

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

La Asociación de cine Vértigo dedicará su programación de diciembre en el CICCA (Las Palmas de Gran Canaria) al cineasta José María Nunes, nombre destacado de la Escuela de cine de Barcelona, uno de los movimientos cinematográficos más renovadores de la historia del cine español. Julio Lamaña, licenciado en historia por la UAB y gran conocedor de la vida y obra de Nunes, presentará la primera de las proyecciones. 

Esta actividad es posible gracias a la colaboración de Filmoteca de Catalunya y de la familia del realizador. José María Nunes (Faro, Portugal, 1930 - Barcelona, 2010), apenas rodó una quincena de trabajos durante los cincuenta años en que se mantuvo activo, pero pudo conformar un cuerpo fílmico transgresor, de inspiración anarquista y profundamente reivindicativo.

Julio Lamaña, licenciado en historia por la UAB, profesor de cine, realizador, crítico y gran conocedor de la trayectoria de Nunes, acudirá a la primera de las proyecciones para realizar una disertación sobre la vida y obra del realizador. 

Las proyecciones, de carácter gratuito, agrupadas en un ciclo denominado 'Nunes. Pionero de la Escuela de Barcelona’, tendrán el siguiente calendario:

Lunes 5:  ‘Mañana....’ España, 1957, 95 min.

Lunes 12:  ‘Noche de vino tinto’. España, 1966, 97 min. 

Lunes 19:  ‘Sexperiencias’. España, 1968, 94 min.

Lunes 26:  ‘Gritos... a ritmo fuerte’. España, 1984, 108 min.

Ficha técnica: 

Mañana…  España, 1957. B/n. 

Duración: 95 minutos. Dirección: José María Nunes.  Guion: José María Nunes. Producción: Enrique Esteban. Fotografía: Ricardo Albiñana, Aurelio G. Larraya. Música: F. Martínez Tudo. Montaje: Ramón Quadreny.

Intérpretes: José Mª Rodero, Manuel Díaz González, Antonio Andrada, James Hayter, Linda Giménez, Arturo Fernández, Anna Amendola, Carlos Otero, José Sazatornil.

Sinopsis: ‘Mañana...’ es la salida que buscan para engañarse a sí mismos quienes sienten la impotencia de afrontar sus circunstancias. “Mañana lo haré...” dijo D. Felipito, el hombrecillo que llevaba sobre sus espaldas un fracaso que él se había atribuido, porque jamás tuvo la decisión de medir sus fuerzas de autor frente a los editores y se impuso la vida de un menesteroso a quien nadie hacía caso.