La imaginación del hombre no tiene límites

La vecina isla ha sido noticia a nivel nacional en las últimas semanas, pero no precisamente por el buen clima que gozamos todos los canarios a lo largo del año, ni por las maravillosas papas arrugadas o guisadas con mojo picón.  Gran Canaria quiso ser protagonista en los recientes carnavales y a buen seguro que lo consiguió. Sin duda, la imaginación del hombre no tiene límites, pero en algunas ocasiones se pasan más tres pueblos. El revuelo suscitado viene motivado por el espectáculo de Drag Sethlas en la Gala de Las Palmas, donde salió disfrazada, por decir algo, primero de Virgen y luego de Cristo crucificado, lo que motivó una gran polémica y de múltiples opiniones bien diferentes. Sabido es, que la Iglesia Católica no goza de buena salud, especialmente porque dentro de su mundo ha habido muchos corruptos, pero no por ello deja de tener más de 1.272 millones de fieles. Cada país tiene su religión y fanáticos; sus creencias y fe. Es por ello, que las defienden con sus propias vidas. Caso del mundo musulmán. Sin duda, lo ofrecido en el mencionado espectáculo carnavalero en Gran canario no deja de ser bochornosos y vergonzoso. Particularmente, no soy practicante, pero soy bautizado y formado a través de las creencias bíblicas de la Iglesia Católica. La Iglesia arde de rabia e impotencia, donde los obispos españoles han manifestado su "repulsa" por el "blasfemo" número del ganador de la Gala Drag del Carnaval de las Palmas de Gran Canaria, con referencias a la Virgen y a la crucifixión. Su intérprete, Borja Casillas, salió al escenario en noveno lugar con el espectáculo ¡Mi cielo! Yo no hago milagros, que sea lo que Dios quiera. También, El Obispo de Canarias, Francisco Cases, ha afirmado en un comunicado que triunfó "la muchedumbre enardecida" y la "frivolidad blasfema".  Gran Canaria no merece ser noticia por este provocador y bochornoso evento carnavalero; aunque haya sido aplaudido por miles de espectadores allí congregados. Gran Canaria tiene muchas alternativas maravillosas para ser noticias de primeras páginas nacionales.  Sus playas, gastronomía, clima y el carácter abierto y humilde de sus habitantes. El respeto comienza por uno mismo, para luego ser respetado por los demás. En esta ocasión, el protagonista de esta gran polémica, Borja Casillas, junto con el diseño de Nelson Rodríguez, no han estado a la altura de las circunstancias, sobre todo porque han faltado el respeto, no solamente a la Iglesia Católica. También, a los creyentes. Que duda cabe que la crisis de valores es una realidad en este comienzo de siglo XXI. Gran Canaria es tierra de amigos, de hermanos, de historia. Sucede que, algunos no saben respetar ese legado, esa idiosincrasia, esa cultura de una tierra que siempre ha sabido crecer y evolucionar entre obstáculos y dificultades políticas. No soy juez para condenar a nadie, pero si soy una persona libre para opinar de manera sujetiva de algo que no me gusta.0 cfp7mpog