New York Time ¿Publicidad política pagada¿

Los principales partidos políticos Españoles, cuando en los años ochenta se empezaron a dar cuenta de que las fórmulas para llevar a cabo sus campañas mediáticas y crecimiento geográfico, pasaban por tener presencia en los medios de comunicación, (que no paraban de proliferar por todo el país de diversas maneras), se tiraron a la piscina sin mirar si tenía agua suficiente.

Se crearon en aquellos años nuevos medios tanto privados como institucionales, radios y tv locales o autonómicas, periódicos en papel y digitales, que no tardaron mucho tiempo en descubrir el filón económico que significaba el rendir pleitesías y alabanzas, elogiando a aquellos que necesitaban publicitarse políticamente.

Algunos medios públicos, las tv autonómicas se convirtieron rápidamente en nidos de enchufados afines al poder político, al servicio de sus jefes, y lejos de cumplir con sus funciones, se dedicaron a sustentar y sostener a los regímenes políticos que les pagaban sus suculentos sueldazos, pero también los privados eran impulsados y avalados por grupos empresariales y también políticos, como herramientas eficaces para conseguir sus propósitos.

Esto sucedía por todo este maltrecho país llamado España y de igual manera en todas partes.

No tardaron mucho tampoco con este panorama en darse cuenta los políticos de que había que invertir mucho en estos medios, pues de ellos dependía el que siguieran en sus poltronas y haciendo de las suyas, así que tuvieron que buscar cada vez más y más fuentes de ingresos que les permitiesen estar presentes tanto en las pantallas televisivas, como en las radios o la prensa.

Cuanta más audiencia tenía el medio en cuestión y más se comprometía con la causa que al político le interesaba para sus intereses, más caro iba poniéndose el asuntillo, tanto en aumentos de sueldos cuando se trataban de medios públicos, como en el pago de entrevistas guionadas en el caso de los privados, la competitividad aumentaba y los precios también.

El despilfarro de dinero público de estos medios oficialistas públicos, les ha llevado al día de hoy a ser económicamente inviables, socialmente insostenibles y políticamente enjuiciables, porque nunca fueron democráticos ni plurales y jamás trabajaron por el interés general.

Los partidos políticos terminaron endeudándose con la banca, se perdonaron deudas o se condonaron créditos, para luego desde el poder político devolver los favores prestados, rescatando bancos y cajas con dinero público para que sus altos ejecutivos se los repartieran en fondos de pensiones o indemnizaciones millonarias.

O sea que como partidos se endeudaban, pero pagaban desde las instituciones públicas, haciendo leyes a medida para que los mismos de siempre, las clases ricas más favorecidas se pudiesen traer el dinero sucio al país, pagando una miseria en comparación con las clases menos favorecidas. También el sistema de recaudación se modificó para que los ricos pagaran menos y así el sistema cayó sobre los hombros de trabajadores de clase media y baja.

Recientemente el periódico nacional “El País” ha publicado un manifiesto pidiendo un pacto de las fuerzas progresistas para desbancar al PP. Lo ha hecho como publicidad y cobrando una buena suma de dinero. Y ahora yo me pregunto: ¿Habrá también alguien detrás del comunicado del New York Time, pagando para presionar al PSOE para que deje gobernar al PP ¿.

Pues visto lo visto, no lo dudo nada.