El mejor antídoto para una crisis, el verano

El mes de agosto de 2016 se va diluyendo poco a poco. Millones de personas de muchos rincones del mundo siguen disfrutando de sus respectivas vacaciones, sobre todo aquellas que aun tienen un puesto de trabajo en España. Pero también, aquellos que están en el paro o los que ya no tienen derecho a nada. Sin duda, y viendo como España sigue avanzando sin rumbo fijo, lo mejor es desconectar y aprovechar con mucha prudencia los rayos solares de esta estación veraniega que viene siendo irregular en muchos puntos de la península ibérica.  Como no podía ser menos, los políticos también tienen derecho a sus vacaciones, aunque el país siga sin un Gobierno consolidado. ¡Qué más da! Mientras tanto, a la espera de ver si el PP acepta o no las exigencias propuestas por Ciudadanos para apoyar la investidura de Mariano Rajoy en el Congreso, Pedro Sánchez ha puesto tierra de por medio y se ha ido de vacaciones a Almería.

Del mismo modo, el presidente en funciones del Gobierno de España, Mariano Rajoy, pedía desde su tierra, Pontevedra, que  se desbloquee la formación de Gobierno y ha aprovechado para descansar, pasear por la Ruta del Agua y la Piedra y seguir a los deportistas españoles en las Olimpiadas de Río de Janeiro. Como publica La Razón: la inestabilidad alimentada por su incapacidad para llegar a acuerdos y formar gobierno ha sumido a España en una situación de bloqueo que se extiende hasta unos meses que tradicionalmente han sido inhábiles desde el punto de vista parlamentario y que ahora bullen con una actividad inusitada en la Carrera de San Jerónimo. Rondas de contactos, negociaciones y posibles acuerdos para la investidura aderezarán el mes de agosto, sin dejar apenas hueco para el asueto playero o de interior de los líderes de los principales partidos.

Sin duda, agosto sigue siendo el mes preferido de los españoles y de otras nacionalidades que vienen contagiadas por el buen clima y maravillosas playas que están ubicadas en los diferentes logares del norte y sur de España; al margen la gastronomía mediterránea. No importa, para muchos ciudadanos, entre ellos la clase política española, creen que la crisis económica ya está resuelta. Que España ya comienza a ver luz al final del túnel. Y que hay que vivir el momento y la oportunidad que la vida nos da a todos los seres vivos. Un poquito de sol; un poco de protector, un aceite que motive un color más moreno en la piel, una buenas gambas de Huelva, acompañadas con unas cervezas frescas, pescadito frito y arroces con mariscos, motivan o generan olvidarse de como está actualmente España. Luego, cuando la estación veraniega decida retirarse y entre el mes de septiembre, vienen las prisas y las lamentaciones.

Somos un país especial, con mucha imaginación, donde muchas personas se han acomodado a la limosna que el Gobierno del PP en funciones les da, las ayuda de Cáritas y otras organizaciones humanitarias, al margen de la economía sumergida. Esa es la verdadera realidad del día a día de millones de españoles.  ¿Cuál será el futuro de este país? Sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de corrupción de muchos políticos, empresarios y sindicalistas. Pero sin olvidar que todavía no tenemos un Gobierno formalizado y con unos partidos políticos que ni comen  ni dejan comer. Por todo ello, no es de extrañar que muchos jóvenes talentos hayan decidido salir de España; acojonados ante el futuro incierto de un país que no termina de arrancar.

Por lo tanto, el verano para muchos españoles es como un sedante que les permite olvidarse durante un mes de todo aquello que les perjudica. Un antídoto, que motiva la desconexión  de la realidad, pero que muy pronto  dejará de surtir efecto con la entrada del mes de septiembre. Es ahí, donde se debatirá el futuro de los próximos años de España. Como decía un buen amigo mío, en la mesa del rico el pobre no tiene honor. El rico será más rico y corrupto, y el pobre más tolerante y pobre. 

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