La revancha del PP resultó demoledora

Que dirá ahora el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras el triunfo del PP en las elecciones generales del pasado 26 de junio de 2016, donde consiguió 137 diputados. Anteriormente, el citado mandatario de país caribeño, había señalado que: “me presento a las elecciones en España y arraso”. Sin duda, dichas declaraciones, al igual que las de otros candidatos de partidos políticos de España, le hicieron un gran favor a los ciudadanos españoles, los cuales, y ante tantas provocaciones, insultos y aberraciones propagandísticas contra los medios de comunicación, Gobierno español y propia bandera española, motivaron que Mariano Rajoy ganara por tercera ves las elecciones generales.

Nicolás Maduro tiene fiebre, no duerme, Pablo Iglesias, al igual que Pedro Sánchez y Albert Rivera, aún no dan crédito de sus respectivas derrotas electorales. Más de siete millones de españoles han querido que el PP sea el Gobierno que les represente en los próximos cuatro años venideros. Un voto de castigo a las izquierdas provocativas y desafiantes, especialmente al partido de Podemos.

La actual situación de Venezuela, la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el histórico referéndum, con un 51,9% de los apoyos para el Brexit; un duro golpe para el proyecto europeo, en cuyos orígenes estuvo la idea de evitar otra gran guerra en el continente tras el desangramiento que supuso la Segunda Guerra Mundial, generó el miedo en millones de españoles. Sobre todo, de que saliera ganador el partido de Pablo Iglesias, Podemos, tras el preacuerdo electoral con IU para concurrir juntos en las ya celebradas elecciones generales del 26 de junio de 2016.

Sin duda, las estrategias de los candidatos en las pasadas elecciones generales de 2016, no dieron los resultados deseados por sus candidatos y sus seguidores. Los españoles volvieron a las urnas, es lo que quisieron los opositores, pero se equivocaron y el PP logró una victoria que ni los propios populares creyeron en su momento. Una gran parte de los españoles cansados de tantos protagonismos partidistas, decidieron “castigar” aquellos que no quisieron pactar en su momento con el PP, que curiosamente había ganado las elecciones generales, pero sin mayoría absoluta. Para dejar las cosas más claras, se celebró el segundo asalto, cuyos resultados arrojados por las urnas reforzaron aún más la situación del Partido Popular, que logró más votos y escaños que en las elecciones del pasado 20 de diciembre de 2016; debilitando mucho más al PSOE que perdió cinco diputados; pero manteniéndose como referente de la izquierda; dejando a la coalición Unidos-Podemos con ganas de convertirse en la segunda fuerza en la Cámara Baja, perjudicando de forma a Ciudadanos, formación que pasó de 40 a 32 parlamentarios.

Nicolás Maduro, sufre, llora de impotencia y rabia, intenta buscar que fue lo que falló para que la coalición de Unidos-Podemos fracasara estrepitosamente. La presencia de Rodríguez Zapatero como mediador en Venezuela con Nicolás Maduro, provocó muchas dudas en los españoles. ¿Qué se estaba engendrando? Cierto es que el PP ha ganado las elecciones, pero que nadie piense que ya está todo solucionado. Tendrá que pactar; repartirse las carteras ministeriales, aunque eso sí, ahora con más poder para Mariano Rajoy. La Unión Europea está expectante, vigilante de cada paso que pueda dar el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy.

No olvidemos, que Rajoy prometió a Bruselas más ajustes su ganaba las elecciones. “Una vez que haya un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas”, le escribió el actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy a Juncker en una carta a la que accedió El País. Así pues, y a partir de ahora, mucho trabajo para el PP y nuevas medidas de ajustes que provocaran en los españoles “apretarse el cinturón”.