Juventud sin oportunidades
Futuro incierto para la nueva generación de jóvenes del siglo XXI y las próximas venideras. Europa ya no es la misma de antaño. Las nuevas reformas laborales han resultado ser un verdadero fracaso. En España, por ejemplo, la reforma laboral resultó ser un precipicio sin fondo para las clases trabajadoras. Las oportunidades de trabajo se han visto diezmadas, sin salidas. Los despidos han sido masivos y brutales.
La emigración de jóvenes talentos se ha visto desbordada ante la precaria y crítica situación laboral en la península ibérica. Los distintos gobernantes que han estado en los últimos años al frente del Gobierno español no han sabido reaccionar para buscar alternativas y soluciones que pudieran encontrar nuevas oportunidades para jóvenes universitarios, artesanales y personas de 30 a 55 años con experiencias laborales. Sin duda, la reforma laborar española ha sido la tumba laboral para millones de españoles.
En el archivo del blog de Damaris González, encuentro algo interesante de la nueva generación de este comienzo de siglo XXI. Una reflexión que aporta muchas cosas interesantes.
Los jóvenes actuales están muy despiertos en muchos aspectos desde una edad muy temprana, y eso tiene ventajas y desventajas. Los jóvenes de ahora se dejan llevar muy fácilmente por lo que ven, desean o escuchan. No pensando en las consecuencias de ciertas decisiones en sus vidas que traerán consecuencias en un futuro, como por ejemplo: ya no se casan ahora se juntan, se les hace muy fácil salirse de la escuela, y después no encuentran trabajo.
La falta de oportunidades educativas, laborales y sociales ha hecho de los jóvenes que no estudian ni trabajan seres sin sitio social, sin coordenadas sociales a dónde ir, afirmaron especialistas en estudios de juventud y enseñanza. Esa condición, aseguraron, nada tiene que ver con estigmas o minimizar las labores domésticas. Son jóvenes a los que el Estado no ha dado futuro.
La necesidad de visionar a la juventud como un actor importante de los cambios sociales supone comprender la nueva realidad del siglo XXI, muy diferente a las de épocas anteriores, lo cual obliga a una reflexión más precisa en función del realismo que debe presidir la labor de propaganda e interacción con las nuevas generaciones. No pocas veces se precisa del intercambio de criterios y la reflexión profunda con vistas a conocer los retos y las leyes de la transformación social. En particular afirmó: “Bueno es que en la ciencia se discutan los preceptos científicos” Estas exigencias son más indiscutibles en el contexto actual, cuando la variedad de análisis no siempre posibilitan comprender los mejores caminos del perfeccionamiento del quehacer social y la transformación de circunstancias en que viven y actúan las nuevas generaciones.
Las nuevas generaciones son las que marcan el derrotero a seguir con las tradiciones de los pueblos, pues ellos como parte vital del entorno en que desenvuelven sus actividades tienen diríamos, la fuerza para determinar lo que se hará o se seguirá haciendo con estas costumbres que nos llegan de antaño, y que nuestros padres, abuelos, bisabuelos y otros antepasados mas lejanos, siempre conservaron sin mayores reservas.
Es una pena que estas vayan diseminándose como una estela de humo por los aires, y que no hayan podido ser asidas por las nuevas generaciones que emergen cada cierto tiempo y es la que esta llamada a preservar las costumbres de los pueblos. Pero es ley de la vida, todo va cambiando para bien o para mal, no se puede pretender mantener tradiciones pueblerinas, religiosas, musicales y de gustos cotidianos….el paso de la vida se las cobra, por eso aquello de “que ningún tiempo pasado fue mejor”, pero es un mero decir, todos los tiempos, los presentes ahora y que serán pasados luego, siempre serán los mejores y que luego se remorarán con nostalgia.
Este siglo XXI, se le denomina como el siglo de la juventud, pero es bueno clasificar estas tecnologías que les ayudaran a encontrar mejores posiciones en la sociedad y aquella juventud holgazana, que solo esta pendiente de otras cosas menos productivas.
Concluyo este artículo así: sin duda, la generación actual está llena de conocimientos, más preparada, pero exenta de oportunidades; obligándoles recluirse en casa de sus padres y abuelos, viendo frenados sus proyectos de futuros, salvos aquellos que han tenido el atrevimiento y la oportunidad de salir fuera de su país. Esta es la Europa del cambio. Esta es la España del progreso y la evolución. Nada más lejos de la triste realidad actual.